SAN DIEGO- A paso lento con su andador, Gertrudis López llegó a Leon Bakery a comprar su rosca.
“Cada año partimos la rosca y todos contentos”, dijo López. Ella dijo que llegó desde muy temprano para elegir la rosca de reyes adecuada.
“No sólo nosotros los mexicanos, también los mexicanos están agarrando las costumbres de nosotros”, afirmó López.
Mariano Montes, quien es panadero de Leon Bakery, estuvo todo el día amasando el pan y colocando los muñequitos. Él dijo estar listo para celebrar.
“Con mucho pan porque tenemos que aprovechar esto es solo una vez al año”, reiteró Montes.
Hace 25 años, que llegaron a Estados Unidos para seguir con sus tradiciones mexicanas como negocio familiar.
“Ahorita estamos haciendo pedidos para hoy, las de ayer ya se acabaron, las del viernes se acabaron”, recalcó Raquel Galizia, quien administra Sammy's Bakery.
Local
Una rosca grande costó $35 y fue elaborada por cuatro generaciones dentro de la cocina de Sammys Bakery. De acuerdo a Galizia, es una tradición que continuará en su familia.
"Es muy importante porque toda la familia se junta en la casa y nos comemos la rosca que hacemos aquí”, dijo Damián Galizia, nieto de la familia.
“Como ya se dónde está el muñeco el que me cae más gordo es el que le doy el pedazo”, dijo Montes, quien espera que no le salga el niño Dios.
De acuerdo a Montes, una rosca grande lleva 6 muñequitos. Y mientras unos esperan que no les toque el niño Dios, otros esperan celebrar el 2 de febrero.
Aquellos que comen un pedazo de la rosca y les toca el muñeco, como tradición les toca preparar los tamales.
