SAN DIEGO - A raíz de los recientes tiroteos masivos en Uvalde, Texas, y Buffalo, Nueva York, dos supervisores del condado de San Diego dijeron el lunes que presentarán una propuesta para buscar recomendaciones de políticas que permitirían al condado demandar a los fabricantes de armas como un medio para hacer que las empresas rindan cuentas.
El presidente de la junta del condado de San Diego, Nathan Fletcher, y la supervisora Terra Lawson Remer realizaron una conferencia de prensa el lunes para anunciar sus acciones planificadas.
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El proyecto de ley, que se considerará para votación el martes, adoptará un enfoque proactivo para responsabilizar a los fabricantes de armas por la violencia armada.
“Queremos buscar todas las herramientas que podamos tener para salvar más vidas, y considerar la posibilidad de litigios o demandas contra los fabricantes o industrias de armas podría ser otra herramienta”, dijo Fletcher.
Si los supervisores aprueban la propuesta, la directora administrativa Helen Robbins-Meyer desarrollará recomendaciones, después de consultar con el alguacil del condado y otros departamentos relevantes, para cooperar con otras agencias de aplicación de la ley para recibir informes de incautaciones de armas. Robbins-Meyer regresaría más tarde a la junta con opciones sobre acciones legales contra los fabricantes de armas.
Algunos expertos legales y políticos dicen que este es otro paso en un esfuerzo de las entidades locales, estatales y federales para emprender acciones contra los fabricantes de armas por su papel en la violencia armada.
Algunos expertos legales y políticos no están convencidos de cuán efectivo será el esfuerzo.
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“Desde un punto de vista legal, es difícil saber qué efecto tendrá esto”, dijo el abogado Daniel Eaton. “Hay algunas personas que dicen que el enfoque debería estar en hacer cumplir las leyes existentes y que las nuevas leyes no van a tener ningún tipo de impacto medible. Por otro lado, incluso aquellos que apoyan este tipo de leyes dirán que no se puede decir con certeza qué impacto tendrán”.
Los estudiantes se unieron a las dos juntas de supervisores para apoyar la propuesta.
“Quiero que las personas rindan cuentas, quiero cambios, quiero leyes de armas con sentido común, quiero que haya más control sobre las armas, y quién puede tener un arma en primer lugar, para que pueda sentirme más seguro en escuela”, dijo la estudiante Tahlia Fisch.
La violencia armada ha estado al frente de los debates públicos desde que 10 personas murieron en un tiroteo masivo en Buffalo, Nueva York, y 19 estudiantes y maestros murieron en un incidente en Uvalde, Texas.
El esfuerzo se produce meses después de que la junta de supervisores votara a favor de una ordenanza que prohíbe las armas fantasma no serializadas y requiere el almacenamiento seguro de armas de fuego y, más recientemente, tras la noticia de que un grupo bipartidista de senadores estadounidenses llegó a un acuerdo en el marco de un proyecto de ley que aborda la violencia armada.
