Tijuana

Decenas de familias fueron reubicadas del campamento migrante en El Chaparral

Este sábado varias carpas instaladas en la zona del estacionamiento del SAT fueron reubicadas

Telemundo

TIJUANA- Ya pasaron cuatro meses de un campamento migrante en la frontera entre Estados Unidos y México en las instalaciones de El Chaparral, dónde los migrantes viven en la intemperie, en condiciones que han puesto en riesgo incluso su salud.

Pero su esperanza sigue viva a pesar de que día con día, las condiciones de vida para los migrantes en este campamento improvisado son cada vez más complicadas.

Sin baños portátiles, ni regaderas, dijeron que temen por un desalojo total luego de que cada vez está más cerca, una posible reapertura de la frontera.

“Si ya nos están quitando los servicios es porque ya nos quieren desalojar ya no quieren que estemos aquí pero mucha gente pues dice que no se va a salir porque pues quieren una respuesta”, comentó a TELEMUNDO 20, Caritina  Hernández, migrante originaria de Guerrero, quien lleva ya dos meses y medio en el campamento en El Chaparral.    

Con escoba en mano, Hernández busca limpiar el que ahora es su refugio, para evitar mayores afectaciones a su salud y la de su familia.

“No hay higiene pues aquí hay mucha mosca, tengo dos nietos y están bien malos, tienen calenturas y tienen fiebre y tienen infección en el estómago”, dijo Hernández.

Y es que sin ninguna advertencia, los baños portátiles fueron retirados del campamento y ahora nuevamente tienen que pagar para acceder a un lugar.

Son 10 pesos para utilizar el sanitario, y hasta 65 pesos para poder bañarse en un hotel de la zona. Por lo que hay quienes se las ingenian para tomar un baño rápido en plena calle.

Una situación que cada vez está peor para migrantes que han permanecido ahí por meses, desde que se comenzó con la primera fase para los solicitantes de asilo que estaban dentro del programa MPP, y que a comenzar a cruzar la frontera, originó la expectativa en miles de poder conseguir un resultado similar. 

Por ello, incluso migrantes que se encontraban en otros estados se trasladaron hasta la frontera de Tijuana para poder solicitar asilo.

Janeth Acosta, y su familia apenas llegaron hace ocho días al campamento e improvisaron una  casita debajo de un árbol para aguantar la eterna espera.

“Es terrible la verdad sí o no se descompensa estar acá la verdad la pasamos mal pero aquí estamos,  pues con baños improvisados, ahí en las carpas o detrás de los carros, nomás queda eso”, dijo Acosta.

Día con día, el campamento se extiende, el censo preliminar de la Dirección de Atención al Migrante era de 1,500 personas pero las cifras cambian a diario. Pues nuevas carpas llegan y otras se van.

Una hilera prolongada de casitas de campaña, que abarcó incluso hasta cubrir el estacionamiento exclusivo del SAT, por lo que este sábado, autoridades solicitaron la reubicación de todas las familias que se encontraban específicamente en esta zona federal, y buscaron colocarse en otro punto de El Chaparral.

Sin embargo, ante la desesperación, hubo quienes dijeron que están pensando en otra alternativa, mientras logran solicitar el asilo.

"Estamos viendo esa posibilidad de irnos a un albergue quizás en los próximos días porque está complicado vivir acá”, agregó Acosta.

Mientras tanto la incertidumbre continúa al no saber qué es lo que pasará con sus destinos, pero que mantienen aún la esperanza de poder tener una oportunidad de solicitar asilo en Estados Unidos y dejar atrás un pasado lleno de violencia y de vivir entre la necesidad y el anhelo de cruzar la frontera.

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