TIJUANA- Este miércoles fue un día esperado por muchos, incluso hubo quienes, a pesar de la lluvia, contaron las horas en una vigilia en la garita de San Ysidro, desde un día antes para la salida del ahora ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump de la Casa Blanca.
“Me siento feliz, alegre, porque ya la pesadilla se terminó”, así describió Paola Espinal, migrante hondureña en espera de asilo político, la salida de Trump de la Casa Blanca.
“No me voy hasta que se vaya Donald Trump”, señalaron los migrantes con pancartas, que llevaron a cabo esta acción incluso en albergues de la ciudad.
Con veladoras encendidas, tienen la esperanza de un cambio ante la llegada de Joe Biden al poder y reprueban las políticas discriminatorias del antiguo mandatario.
“Él hizo mucho daño a toda la comunidad no nada más a mexicanos sino centroamericanos haitianos, siendo que en realidad todos somos una familia”, comentó Rubén Olivares, migrante deportado, quien no ha visto a su familia en 15 años. “Queremos que sean estas luces una esperanza Y una nueva iluminación para este presidente también y eso esperamos con todo lo que ha propuesto Biden que se haga realidad”.
En esta fecha de transición en Estados Unidos, la comunidad migrante en Tijuana se mantiene a la expectativa y aunque su estadía en esta frontera se ha prolongado por más de un año en espera de asilo, ahora, Espinal anhela, junto a sus tres hijos, que en un futuro no muy lejano, el panorama para los solicitantes de asilo como ella sea más favorable.
“La mayoría somos familias con hijos que queremos sacar adelante queremos una educación para nuestros hijos por eso es la crisis de allá de Honduras”, comentó la migrante a TELEMUNDO 20.
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Y que en lugar de muros, se consoliden puentes de colaboración, para que programas como el MPP desaparezcan y den certeza a la comunidad migrante.
“Y de que ese programa incluso sea quitado para que la gente cuando solicite asilo pues permanezca en territorio estadounidense ya no esté a la deriva en las zonas fronterizas del país”, dijo José Máría Lara, coordinador de la Alianza Migrante en Tijuana.
Y es que para la comunidad migrante, el muro fronterizo, uno de los principales símbolos de la administración de Trump, no solamente se trata de un límite territorial entre Estados Unidos y México sino también, de una barrera política, social de discriminación y de muerte a lo largo de los más de 3000 kilómetros de frontera entre ambos países
“Creando xenofobia creando racismo ante la comunidad tanto estadounidense incluso con los movimientos a nivel internacional”, enfatizó el activista.
Un sello de la administración pasada que la comunidad fronteriza reprueba.
“Fue un racista”, dijo Jesús Gracia, residente fronterizo.
Aunque también hubo quienes lo defienden como Juan Franco.
“Yo no entiendo como Trump toda la mayoría estaba con Trump estaba ganando y de repente ganó el otro, Biden o como se llame”, comentó Franco.
Sin embargo, para el analista político, Julián León, se vislumbra una administración con cambios, que se espera sean de beneficio para ambos lados de la frontera.
“Muy franco, muy directo Biden en cambiar totalmente el lenguaje. Viene una época de mucho trabajo entre los dos partidos y esperemos que sea para el bien no sólo de Estados Unidos sino también de los mexicanos que están de qué lado de la frontera y los que estamos acá”, puntualizó.
