SAN DIEGO – Diez años han pasado y la brutalidad por parte de agentes oficiales estadounidenses continúa presente y siendo captada en cámara.
Anastasio Hernández perdió la vida hace diez años en manos de agentes de la Patrulla Fronteriza. A golpes y descargas eléctricas, Hernández dio su último suspiro gritando "por favor, ayúdenme".
Buscando honrar su memoria, María Puga, viuda de Hérnandez, sus cinco hijos y activistas se reunieron en una videoconferencia para exigir justicia.
No podemos estar tranquilos mientras las personas que asesinaron a tus seres queridos no hayan sido juzgadas
María Puga, viuda de Anastasio Hernández
Puga reconoce que la muerte de su esposo no es un caso aislado, y admite revivir el dolor cada vez que una tragedia involucrando abuso por parte de agentes oficiales sucede en el país.
Tal y como lo es el caso de George Floyd, quien murió hace unos días en manos de un policía en Minneapolis. Con la rodilla del policía en su cuello, Floyd perdió la vida diciendo "ayuda, no puedo respirar".
Cada agente que viole los derechos de cada persona, o que asesine a cada persona, tienen que enjuiciarlos como a cualquier ciudadano
María Puga, viuda de Anastasio Hernández
Local
Cada trazo, color e imagen del mural en Chicano Park buscará relatar la historia de aquellas personas que han perdido la vida cruzando la frontera en búsqueda de un mejor futuro.
Se espera que el mural quede terminado en agosto y, de acuerdo con la familia Hernández, será un vivo recuerdo de un “abuso policial”.
La familia Hernández habría recibido una compensación por la muerte de su ser querido. Sin embargo, aseguran que no es suficiente pues la vida de su esposa no tenía un precio.
