“Mi niña era un ángel del cielo y lo es todavía”, dice Adrian Magno sobre su hija Leilani Magno, una adolescente egresada de la preparatoria Eastlake High que fue atropellada mientras corría en una banqueta en Chula Vista.
“La amo y que la amaré siempre, esté donde esté y yo sé que está allá arriba y ella lo sabe”,
El jueves hubo una vigilia en su honor en un parque donde ella solía entrenar y a unos pasos de la preparatoria Eastlake.
Con veladoras y varias de sus fotografías más de cien personas se reunieron a recordarla.
Los abrazos y las lágrimas fueron testigo de lo mucho que la extrañarán y lo especial que era para todos.
Sus amigos aún no pueden creer que jamás escucharán su risa, ni la verán corriendo como acostumbraba. Leilani había estado en el equipo de atletismo en la preparatoria y correr era algo que todavía la llenaba de mucha felicidad.
Su padre llegó a la vigilia con uno de los recuerdos más preciados. “Es su cronómetro para checar sus millas”.
Su madre traía puesto un gafete de la Universidad de California de Irvine a la que asistiría en un par de semanas. Leilani tenía planes de estudiar biología y eventualmente medicina.
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“Desafortunadamente sus alas se le cortaron”, dijo
George Espinoza Jr. de 47 años se entregó el martes a las autoridades, después de presuntamente darse a la fuga, dijo la policía de San Diego.
