SAN DIEGO – Decenas de enfermeros empacaron sus maletas y abandonaron sus pertenencias en un depósito para atender a pacientes en las ciudades más golpeadas por el COVID-19.
Una de ellas, fue Analise Eastman, una enfermera de San Diego, que viajó a un hospital en Chicago para atender la crisis. Ella está ayudando en el segundo condado con más casos de COVID-19 en Estados Unidos.
El condado de Cook en Illinois tiene un total de 87,784 casos confirmados, según la universidad de John Hopkins. Una cifra ocho veces más alta que los casos en el condado de San Diego.
Además, se convirtió en costumbre celebrar la recuperación de cada paciente y su salida del hospital. Es fue el caso de Rufus Fisher, un veterano de 72 años que acaba de vencer el COVID-19.
Eastman, lo acompañó en su salida de Advocate South Suburban.
“Necesitaban a alguien que atendiera la crisis”, relató Eastman.
Ella trabaja turnos de 12 horas, y a menudo le quedan los rasgos del equipo de protección en su cara.
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Mientras tanto, Roberto Leiva, un mexicano y experto respiratorio, también se sumó a la lista de enfermeros que viajan al epicentro de la pandemia.
“Nos dio un poco de miedo porque no sabíamos que tanto era lo que íbamos a ver”, dijo Leiva.
Atendió la peor crisis en Nueva York, pero bajaron los casos en la región y ahora está en Arizona.
“Ahora consideramos mis compañeros y yo que este es como el nuevo epicentro”, comentó Leiva.
Leiva dijo que supervisa a casi seis pacientes a diario.
“Pero todos son críticos y ahora con la segunda ola, nos está poniendo más al pendiente de que hacer básicamente”, comentó.
Aunque están en diferentes ciudades, ambos coincidieron en que la recuperación de pacientes como Fisher, les daba aliento para continuar su trabajo.
“Es lo que te motiva a seguir haciendo lo mismo”, agregó Leiva.
Los dos formaron parte de 6,531 expertos médicos posicionados por la empresa Aya Healthcare en los hospitales con el mayor número de pacientes de coronavirus en Estados Unidos.
