SAN DIEGO- Cuando se trata del coronavirus, sabemos que no todos pueden hacerse la prueba, incluso si están infectados. Entonces, ¿cómo es la experiencia para aquellos que se sienten extremadamente enfermos, pero no tienen idea de si llevan el coronavirus?
Ana Bucardo estaba disfrutando su viaje en el extranjero, cuando comenzó a sentirse enferma. Poco sabía que su tos en ese momento, la llevaría a un viaje de tres meses de recuperación.
Burcardo acababa de celebrar el año nuevo en Francia cuando comenzó a sentirse enferma. Ella pensó que tenía sinusitis, pero pronto se dio cuenta de que su dolor muscular y tos seca podrían ser otra cosa.
“Esto es algo más grande”, pensó. “Algo está pasando”.
Cuando estaba en Francia, hubo una huelga laboral que resultó en autobuses y trenes abarrotados, personas paradas hombro con hombro.
Cuando subió al avión para regresar a casa, se dio cuenta de que algo estaba mal.
“La persona a mi lado estaba enferma y fue cuando dije ‘Esto es extraño’”, comentó.
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Una vez que llegó a San Diego, su madre la miró y pensó lo mismo. Desde allí fue al hospital pero dijo que pensaron que era bronquitis. Ella no pensó mucho en eso, y regresó directamente a la escuela en UC Riverside e intentó contenerlo, sin saber lo que podría tener.
No pasó mucho tiempo después de que ella comenzara a sentirse mejor cuando de repente tuvo un golpe con un nuevo conjunto de síntomas. Ella fue a una clínica y se le pidió que se pusiera en cuarentena, pero no se le administró la prueba de COVID-19.
Burcado dijo que los últimos meses fueron horrendos, pero que finalmente comenzó a sentirse mejor la semana pasada. Sin embargo, ella no tiene idea de si tenía el coronavirus.
Las pruebas se limitan a aquellos en riesgo de desarrollar complicaciones graves, según los funcionarios de salud del condado, pero el condado dijo que las pruebas del COVID-19 se están considerando en este momento para las personas que tienen fiebre y tos, y son parte de los siguientes grupos:
- Personas con enfermedad de las vías respiratorias inferiores y ninguna otra causa potencial, especialmente si están hospitalizadas.
- Personas que viven en un centro para personas mayores, incluidos asilos o centros de asistencia.
- Personas de edad avanzada.
- Personas en entornos congregados, como refugios para personas sin hogar.
- Trabajadores de la salud y otros servicios de emergencia.
