El tiroteo en la escuela primaria Robb en Texas la semana pasada, ha creado mucha controversia sobre la forma como respondieron los oficiales escolares y municipales, por lo que algunos se preguntarán, ¿Si una situación similar sucediera en San Diego, están los oficiales suficientemente entrenados para actuar?
Tras la tragedia en la primaria Robb en Texas la semana pasada, es imposible evitar que pase por nuestra mente la posibilidad de un tiroteo en una escuela en nuestro condado como sucedió en el 2001 Santa Ana High, más de acuerdo a un ex oficial del alguacil que estuvo presente en el incidente en esta institución, los oficiales en San Diego están entrenados a no darle un segundo más al tirador para que cobre vidas, “Gente aquí llorando en shock, padres llorando con ninos, “ más de 2 décadas han pasado desde el más sangriento tiroteo escolar registrado en San Diego, imágenes que aun continúan presentes en la memoria de Pete Carillo, quien en ese entonces era oficial del alguacil y acudió al incidente, “Entro al baño de los ninos , saco el arma y empezó a balacear a los alumnos,” Andy Williams de 15 años, estudiante de Santa Ana High mato a 2 estudiantes e hirió a 11 más, cifra que Carillo asegura hubiera sido mucho mayor si los oficiales no hubieran actuado rápido, “En cuanto llegaron vieron ninos heridos y muchos apuntando, está en el baño, estamos entrenados de entrar y enfrentar al sospechoso y pararlo, porque sabemos que entre más esperamos hay oportunidad de que más se mueran.”
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Minutos asegura Carillo pasaron desde que oficiales llegaron al plantel y arrestaron al joven, más a pesar de la rápida acción policial, desde entonces sus tácticas han cambiado, “Antes esperábamos a que llegaran 4 oficiales para entrar en un triángulo juntos, pero supimos que no era suficiente, ahora en el 2022, los primeros que llegan no tienen que esperar, entran rápidamente a enfrentar al sospechoso,” afirma Carrillo, este atrincherado o sea un tirador activo por lo que no esperan la llegada del equipo táctico para negociar con el sujeto armado, “Aprendimos que esos sospechoso, no quieren platicar, muchas veces solo quieren matar lo más que pueden así que no hay tiempo de esperar para ese tipo de comunicación .”
Y aunque aún no sabemos con exactitud, como respondió la policía de Texas cuando el joven asesinaba a niños entre 9 y 10 años y 2 maestras, las primeras indagaciones apuntan a que definitivamente hubo fallos en torno la respuesta policial pues duraron casi un hora en entrar al salón donde se llevaba acabo la matanza, “Por mi propia experiencia nuestro trabajo es ir y enfrentar sospechosos y a veces eso representa un peligro para nosotros , pero por eso nos pagan.” Dice Carrillo.
