LA JOLLA- Un ex propietario de un restaurante de La Jolla fue condenado el martes a 40 años en una prisión estatal por agredir sexualmente a mujeres intoxicadas o inconscientes durante un período de nueve años.
Daniel Dorado, de 62 años, propietario de Voce del Mare en el área de Bird Rock, fue declarado culpable en diciembre pasado por 20 delitos graves, incluida la violación de una persona inconsciente y la violación de una persona intoxicada, que involucran agresiones sexuales a cuatro mujeres que ocurrieron entre 2009 y 2018.
Dorado también fue acusado de agredir sexualmente a otras cuatro mujeres, pero los miembros del jurado lo absolvieron o no pudieron llegar a veredictos sobre esos cargos.
Fiscales dijeron que Dorado conoció a las víctimas a través de sitios web de citas o en bares y restaurantes locales, a veces con el pretexto de una entrevista de trabajo para un puesto en su restaurante. Las mujeres recibieron bebidas enriquecidas o bebieron demasiado alcohol para dar su consentimiento, y fueron agredidas sexualmente mientras estaban inconscientes o se despertaron en medio de una agresión, según la fiscalía.
Dorado fue detenido en marzo de 2018 bajo sospecha de agresiones a cuatro mujeres, y las otras se dieron a conocer después de enterarse de su arresto.
Mantuvo su inocencia en una declaración al tribunal en su audiencia de sentencia.
“Nunca he drogado a nadie ... nunca he hecho nada que no haya sido consensuado”, dijo Dorado, haciéndose eco de los argumentos de la defensa formulados durante el juicio de que no se detectaron drogas para violación en los exámenes médicos de las víctimas y que sus síntomas fueron más indicativo de consumo excesivo de alcohol.
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La fiscal adjunta Jessica Coto respondió que Dorado “se aprovechó de (las víctimas) y se aprovechó de ellas” y describió sus acciones como una muestra de “victimización grave y crónica de las mujeres durante un período prolongado”.
Antes de imponer la sentencia de 40 años, el juez de la Corte Superior del condado de San Diego, Charles G. Rogers, dijo que Dorado “adaptó su enfoque e interacciones con (las víctimas) de una manera que jugó y aprovechó sus vulnerabilidades” y mostró una “ausencia total de aceptación o responsabilidad” en todo el caso.
Tres de las víctimas a las que Dorado fue condenado por agredir hablaron en la audiencia sobre el trauma continuo que sentían, los sentimientos persistentes de inquietud por su seguridad y la creencia de que volvería a cometer un delito si alguna vez lo liberaban.
Sin embargo, una de las mujeres que Dorado fue condenada por violar negó fervientemente haberla agredido y alegó que la policía le dijo que pudo haber sido drogada y agredida por el acusado, lo que la llevó a cuestionar “lo que yo sabía que era la verdad”.
Aunque admitió haber bebido demasiado alcohol en la ocasión acusada en el caso, dijo que tuvo relaciones sexuales consensuales con Dorado.
