SAN DIEGO - Dos tercios de los trabajadores del país deberán ser vacunados antes del 4 de enero, así lo anunció la Casa Blanca este jueves al fijar la fecha límite para compañías con más de 100 empleados, de lo contrario deberán hacerse pruebas semanales del virus y usar mascarilla.
Se trata de una de las medidas más agresivas en cuanto a la vacunación, según el gobierno la intención es ponerle fin a la pandemia, pero hay quienes creen que esa no es la solución.
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“En esta comunidad yo no veo gente enferma y yo no pienso que el gobierno debe [hacer cumplir] esa ley", dijo Manuel Rodríguez quien está en contra de la vacuna.
Aquellas empresas o negocios que no sigan la regla enfrentarán penalidades, según la Casa Blanca.
"Siendo la penalidad más pequeña de más de $13,000 dólares hasta potencialmente $130,000 dólares de multas”, dijo el abogado Joe Malouf.
¿Pero qué significa esta normativa federal para los empleadores?
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Deberán dar tiempo libre pago a los empleados que quieran irse a vacunar, y días de enfermedad para recuperarse a partir del 5 de diciembre. Los empleados que no estén completamente inmunizados serán responsables de cubrir el costo de sus propias pruebas semanales.
Además, una orden ejecutiva de Biden obliga a los trabajadores de salud a vacunarse sin la opción de hacerse prueba, o podrán solicitar una excepción por motivos médicos o religiosos si es que quieren seguir recibiendo pagos de los programas de medicare y Medicaid.
La orden dirigida al sector privado de por sí ya enfrenta retos, como por ejemplo el de encontrar trabajadores completamente vacunados. Se espera que más de 20 estados demanden al gobierno de Joe Biden por lo que dicen es una medida demasiado estricta.
