Tijuana

Familia: Contratan a joven estadounidense para cruzar dinero por la frontera y lo usan de “mula ciega” para tráfico de personas

La familia de un joven nacido en San Diego, relató cómo aceptar un trabajo para el cruce de $10,000, generó que sus reclutadores introdujeran a dos personas a su auto, él actualmente permanece en prisión.

Telemundo

Criminales buscan perfiles de jóvenes estadounidenses

TIJUANA- Una madre de familia en la frontera compartió a TELEMUNDO 20, la difícil situación que enfrentan, después que su hijo aceptó un trabajo para cruzar $10,000,000 de Tijuana a San Diego, sin saber que sería utilizado como “mula ciega” para el tráfico de personas.

Esta madre nos dijo cuando su hijo Luis Alberto, cruzó por la garita de San Ysidro, el pasado noviembre, jamás se imaginó que aunado al dinero que traía, llevaba a dos personas escondidas en su auto.

“A la hora que cruzó pues abrieron la cajuela y ahí estaban dos personas”, dijo la madre de Luis Alberto a TELEMUNDO 20.

Ella señaló que prefiere ocultar su rostro por temor a represalias, pero explicó que su hijo de 28 años en el momento del cruce y quien también es padre de familia de tres niños, jamás se imaginó que, al aceptar cruzar dinero, aprovecharían un momento de descuido para ingresar a dos individuos a su auto.

“Es un carro chico, no nos explicamos como es que cabían dos personas en el carro chico”, explicó.

Un cruce ilegal de personas, armas y drogas; que aseguró la fiscalía, es común en Tijuana por su ubicación geográfica.

“Grupos delictivos que cruzan pequeñas cantidades y que piensan que el volumen está la ganancia entonces los fenómenos conocidos como mula ciega es lo que más hacen”, informó Iván Carpio, fiscal general de Baja California.

Las autoridades dijeron que al momento no se han detenido a los reclutadores de estos trabajos que se ofrecen en redes sociales, pero señalaron que si saben que estos criminales buscan perfiles de jóvenes y estadounidenses.

Grupos criminales al acecho de quienes cruzan la frontera

“Empleen a personas que tengan un perfil de libre paso por la frontera y de menor foco de detección para la autoridad que trata de identificar a las personas que puedan representar un tipo de riesgo”, aseguró Carpio.

Tal y como el de Luis Alberto, nacido en el condado de San Diego y con un trabajo estable en Rancho Bernardo.

“Había visto en el ‘face’ pero no había visto quejas, todo mundo decía hay que sí, que muy suave y en un ratito se va a ganar $900”, relató la madre de Luis Alberto, quien vive en Tijuana.

Un joven que dijo que su madre incluso investigó si cruzar $10,000 por la garita era legal.

“Se me parte el alma, porque hay mucha gente que le está pasando lo mismo, inclusive muchachas y nos comentaron que hasta gente enferma han cruzado”, agregó la madre.

Y mientras estos grupos siguen operando, la psicosis de la comunidad en general aumenta, pues, aunque no acepten estos trabajos, saben que antes de cruzar siempre se debe revisar su auto ante el más mínimo detalle.

“Siempre es un gran reto sobre todo cuando dejas tu vehículo en un lugar público, los delincuentes del crimen organizado se dan cuenta de ciertas costumbres que tienes en cuanto a los cruces los horarios y siempre hay que estar muy alerta para no tener un incidente de esos que nos puede complicar la vida a cualquiera”, señaló Juan Manuel Hernández Niebla, ex presidente del consejo ciudadano de seguridad pública en Tijuana y empresario.

Y mientras la familia se encuentra a días de la audiencia en el condado de San Diego para la sentencia de Luis Alberto, su madre recomendó a los jóvenes tener cuidado con estas publicaciones que ofrecen cruzar cualquier tipo de artículos o dinero, pues muchos se podrían enfrentar al mismo destino de este joven originario de San Diego.

La fiscalía de Baja California agregó que siguen en coordinación con el gobierno de Estados Unidos, donde ya existe una mayor tecnología y capacidades para detectar el cruce ilegal de sustancias y personas. Agregaron que en el lado mexicano se ha considerado dentro de la ley general para el uso de menores de edad por grupos delictivos como trata de personas.

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