IMPERIAL BEACH – La familia de Avelardo Rivera teme que sus restos hayan sido entregados a otra familia. Ellos culpan a los trabajadores de la morgue en Tijuana, México, por lo que dijeron pudo ser un error.
El hijo de Rivera, Abel Rivera comenzó a preocuparse el 25 de diciembre cuando no había tenido noticias de su padre durante más de tres semanas.
Dos días después, denunció la desaparición de su padre ante la policía de San Diego, así como en el Consulado de Estados Unidos en México, ya que su padre visitaba a menudo Tijuana. Ese día, el consulado notificó a Abel que su padre había sido encontrado muerto en su vehículo el 7 de diciembre después de morir de una embolia pancreática, una condición que había estado tratando.
No había billetera, ni identificación, por lo que la familia no había sido notificada.
La familia fue a la morgue en Tijuana, donde dijeron que les mostraron el cuerpo de un hombre que no era Rivera. Luego les dijeron que Rivera podría haber sido enterrado en una fosa común, ya que nadie lo reclamó.
“Eso devastó a los niños, simplemente los devastó”, dijo Sheila Young, ex esposa de Rivera, y madre de sus cinco hijos.
Sin tomar eso como respuesta, la familia fue al lugar donde Rivera había sido encontrado en su vehículo, y se encontraron con un hombre que había tomado una foto de Rivera cuando lo encontraron muerto.
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Llevaron esa foto a la morgue y explicaron que estaban buscando los restos del hombre en la foto. Se les dijo que regresaran, y cuando lo hicieron, sucedió nuevamente.
Luego, la familia llevó la foto a los hospitales y alguien reconoció al hombre y dijo que había muerto cuando llegó al hospital y que su cuerpo fue enviado a la morgue.
Esta vez, la familia obtuvo un número de bolsa para cadáveres.
“Con ese número, volvieron a la morgue”, dijo Young. “Entonces, finalmente confesaron que hubo un error”.
Young dijo que cree que alguien confundió las dos bolsas para cadáveres, lo que explica porque a la familia Rivera, se le mostró el mismo hombre una y otra vez.
“Los pasos que fueron peores fue tener que decirles a mis hijos que tal vez nunca volverán a ver a su padre. Fue horrible saber que lo habían enviado a otra familia”, dijo Young.
Young ha pedido ayuda al alcalde de Imperial Beach. Ella también planea comunicarse con el congresista estadounidense, Juan Vargas.
“Se vuelve abrumador cuando tienes cinco niños que te llaman para saber que más pueden hacer. Quieren que su padre vuelva, él no está en reposo, su alma no está en reposo. Está enterrado en algún otro lugar con otro nombre”, dijo Young.
