SAN DIEGO, California. – Después que el video del maltrato de un vendedor ambulante mexicano a manos de cuatro jovencitas se hiciera viral por TikTok, activistas y miembros comunitarios unieron esfuerzos para defender los derechos y la dignidad del comerciante, así como de otros que pasan por situaciones similares.
A pesar del trago amargo que pasó Andrés Argüelles Álvarez cuando cuatro jovencitas lo acosaran mientras vendía hot dogs hace unos días, este domingo fue un día con mucha calidez humana ya que la comunidad de San Diego y de otros puntos de California se unió en un evento de recaudación de fondos en su honor.
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El apoyo llegó desde el norte hasta el sur del estado, en un evento donde la hermandad de personas de todas las nacionalidades se dio cita para demostrarle cariño y apoyo.
La invitación que circuló por las redes sociales trajo personas de Long Beach, de Oceanside, de Los Ángeles y otros puntos del estado para demostrarle a Andrés que no estaba solo y que cuenta con la ayuda del pueblo.
Pero hoy no fue un día libre para Andrés, quien se puso a trabajar desde temprano para recibir a la multitud con un corazón lleno de agradecimiento.
“Muy emocionado, muy feliz. Me siento lleno de amor y estoy contento. Me han dicho que viene de Long Beach, San Diego y de San José”, dijo Argüelles Álvarez.
“No están solos. Es el primero paso. Aquí no se termina la ayuda para Andrés y darle una ayuda económica para que se pueda tomar unos días de descanso”, dijo Edin Alex Enamorado, un activista de justicia social.
El video del altercado muestra como unas mujeres protestaron por el precio de los hot dogs ($7) y le exigieron un descuento o que se los dieran gratis. Cuando Andrés se negó y les pidió que se retiraran, pero ellas se rehusaron y empezaron a acosarlo y tirar su comida. A tomar los condimentos y las verduras con las manos y aventársela de regreso, un hecho que fue captado en video por otro comensal que no podía creer lo que veía.
El video enfureció a varios usuarios de las redes.
“Pensamos que fue muy injusto lo que pasó con el vendedor y venimos a apoyar. Más que nada para que valoren el trabajo de los vendedores”, dijo Lili Medina, residente de Long Beach.
“Están trabajando para sostener a sus familias no están pidiendo dinero en las calles. Es importante apoyarlos porque lo único que quieren hacer es darles de comer a sus familias y tenemos que juntarnos entre la comunidad”, dijo Laura Martínez, quien es residente de la vecina ciudad de La Mesa.
Lo ocurrido sin duda marcó la vida de Andrés, pero, pero también pudiera darle un giro a su futuro.
Enamorado dijo que su organización está buscando cómo ayudarlo:
“Regularmente le ayudamos con abogados civiles y de inmigración para la VISA U pero va ser duro para la VISA porque tiene que ser un ataque físico pero vamos a estar hablando con el sobre los permisos”.
LOS LOWRIDERS SE UNEN A LA FIESTA
Entre los que dieron vida a este evento fueron los varios grupos de lowriders de todo el sur de California apoyando la causa.
“Está mal porque ellos no son drogadictos solo están sacando para comer”, dijo Carlos Lozano, residente de San Diego
“Están trabajando duro y alguien llega a molestar, no es justo”, opinó Samuel Pérez, residente de San Diego. El evento denominado "compra de la comunidad pacífica para Andrés", se dio cita en el 6168 El Cajon Blvd., San Diego, CA a partir de las 3 p.m. donde se vivió un apoyo infinito y una fuerte alianza sin importar origen ni idioma.
“Me sentí muy triste y decepcionado por el comportamiento de la gente, pero hay gente que se portaba muy bien y vale la pena”, dijo Argüelles Álvarez conmovido por todo el apoyo brindado.
Fue imposible calcular la cantidad exacta de personas que asistieron el día de hoy pues varios llegaban, saludaban a Andrés y posteriormente se iban, pero sin duda fueron cerca de 400 personas. Entre los asistentes, había familias con hijos menores. Una madre con la que hablamos compartió lo importante que es inculcar el respeto hacia los vendedores ambulantes a nuestros pequeños para que estas injusticias no se repitan.
Por ahora, los activistas están trabajando con el vendedor ambulante y el condado de San Diego para ayudarlo a obtener un permiso para que pueda operar libremente por las calles.
