SAN DIEGO- Cuando Vincent Zhou tomó el hielo el sábado por la noche, los fanáticos se volvieron locos, los fanáticos que estaban a miles de millas de distancia mirando desde la sala de conferencias de un hotel en La Jolla, California.
“Es desafortunado, no podemos estar en Beijing, pero esto no está mal”, dijo Albert Koong, amigo de la familia de Zhou.
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Vincent Zhou fue uno de los dos patinadores artísticos estadounidenses en la alineación del sábado.
“Cada vez que lo vemos patinar decimos, ‘vamos Vincent’, pero sabemos que puede hacerlo, al final, solo tiene que hacerlo”, dijo Jennie Hua, amiga de la familia de Zho. “Lo amamos”.
Sus seres queridos han estado a su lado en cada paso del camino.
“Estuvimos en Pyeongchang hace cuatro años”, dijo Koong.
“Tenía 17 años en ese momento y creo que era el atleta olímpico más joven en el equipo de Estados Unidos en ese momento”.
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Así que puedes imaginar que tener que estar a kilómetros de distancia no fue nada fácil, como lo fue para casi todos los demás en la habitación.
“Es diferente, obviamente, estar aquí y no allá en persona y no poder estar ahí para ella tan pronto como sale del hielo y cosas así”, dijo Chris Knierim, el esposo de Alexa Knierim.
Knierim compitió con su esposa Alexa hace cuatro años en los Juegos Olímpicos, este año tiene una nueva pareja: Brandon Frazier.
Junto con la familia de Frazier, Knierim no tiene más remedio que verlos a ambos desde casa.
“Siempre imaginé que si formaban el equipo, yo iría y desafortunadamente eso no puede suceder debido a Covid”, dijo Beth Frazier, la madre de Brandon Frazier.
“Pero al final del día, estoy feliz de que tengan la oportunidad de ir y competir y yo estoy allí con él en cada paso del camino”.
A pesar de la distancia, estas familias seguirán animando en voz alta a sus atletas mientras viven sus sueños olímpicos.
