TIJUANA- Hombres, mujeres y niños que en muchos de los casos huyen de sus lugares de origen por el miedo y la violencia, algunos otros en busca de un futuro mejor en Estados Unidos, pero en su trayecto todos ellos convergen en la frontera.
En el campamento en El Chaparral, los días transcurren en medio de la incertidumbre y la desesperación.
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Y mientras la Navidad se acerca, ellos sólo tienen un deseo.
“Cruzar al otro lado para estar con mi familia”, comentó Aileen, una migrante de 9 años.
Esa es la realidad que viven familias como la de esta pequeña migrante, soportando de todo, miles de kilómetros lejos del que fue su hogar solo aferrados a una esperanza.
“Ya tengo 10 meses en el chaparral, este sacrificio que hecho yo ojalá Dios permita que le toque los corazones al gobierno de los Estados Unidos que nos de la entrada”, dijo Gladis, una migrante de Honduras.
Ni el frío, ni la lluvia, los ha hecho declinar su estadía en este campamento migrante en la frontera. Algunos con la ilusión de que al final todo valdrá la pena.
Local
Como afirmó Maricruz, una migrante mexicana que lleva 6 meses en el campamento.
“Pues realmente nosotros ya nada más estamos esperando fecha ya nuestro caso ya nos dieron ya nos han hablado y todo ya nomás estamos esperando la fecha pero ya nuestro caso ya está ya estamos como decir más para allá que para acá”, dijo Maricruz.
Este 18 de diciembre se conmemoró el día internacional del migrante, fecha en la que organismos defensores de los derechos de los migrantes alzan la voz, pues son ellos quienes han hecho frente al creciente flujo migratorio en esta región del país.
“Que apoyan esta gente que no buscan más que una oportunidad de sobrevivir, estas migraciones van a aumentar cada vez más. Todos los albergues de la ciudad están llenos que necesitan estas comunidades necesitan ayuda para poder seguir en tránsito y buscar una sola oportunidad de qué les den allá en territorio estadounidense el trámite para poder solicitar la ayuda en ese país”, dijo José María Lara, coordinador de Alianza Migrante.
De acuerdo con los organismos de la sociedad civil, actualmente son 23 albergues en la ciudad que operan a diario para poder brindar atención a los migrantes que día a día llegan a Tijuana con la esperanza de solicitar asilo político en Estados Unidos.
Tijuana ha sido uno de los puntos de mayor convergencia migratoria, en playas de encuentra el punto de división de dos países, pero también de unidad a través del mural de la hermandad, icono artístico del fenómeno migratorio en esta frontera que este sábado fue declarado como un territorio de paz por organismos internacionales al ser un sitio de encuentro y reunión a pesar del muro.
Así lo dijo el artista y activista, Enrique Chiu, creador del mural de la hermandad donde más de 5,600 personas han plasmado un mensaje único de amor, inclusión y respeto a los derechos humanos.
“Aquí es donde lo estamos haciendo realidad la gente viene el parque de la amistad por algo es eso por algo es el mural de la hermandad queremos hacer esa unión esa comunión con las personas y que mejor que se siga nombrando con un espacio territorio de paz por el tema de lo que se vive aquí a diario”, destacó Chiu.
Y es que es que es la frontera entre Baja California y California donde el flujo migratorio parece no tener fin, pues mientras unos cuantos logran cruzar, otros se regresan a sus países, y miles siguen llegando.
“Lo que estamos experimentando su nuevo contrincante extraordinario emergente en el Estado Baja California tan solo en esta última semana llegaron más de 2,000 personas originarias de Haití que están, que siguen el movimiento”, dijo Miguel Mora, representante de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos en la entidad.
