NORTH PARK - Ocho personas fueron desplazadas luego de un incendio en un departamento en North Park el miércoles por la mañana, donde a pesar de los esfuerzos de los socorristas para salvar vidas, un amado cachorro no sobrevivió.
El cachorro se llamaba Dexter. Había sido adoptado hace apenas cuatro meses por la pareja cuyo apartamento se incendió. Los vecinos dicen que su muerte está teniendo un impacto en todos los dueños de perros en el vecindario.
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“Todos los perros son muy amigables”, dijo el vecino Timothy Rutherford sobre la comunidad de perros cerca de Boundary Street y Meade Avenue. “Sí, es una buena comunidad de amantes de los perros”.
El área común del complejo de apartamentos de Rutherford es efectivamente la hora feliz del perro todas las tardes para su husky Samantha y el resto de los residentes caninos. Sin embargo, en la reunión del miércoles hubo pocas sonrisas.
"Todos nuestros perros juegan juntos, por lo que casi se siente como una pérdida humana como vecino", dijo Rutherford.
El incendio estalló en una unidad del segundo piso frente a Rutherford. Los inquilinos estaban en el gimnasio en ese momento, pero sus perros estaban en casa. Harriet sobrevivió sin lesiones, pero los bomberos dicen que Dexter, que tenía menos de un año, se vio abrumado por el humo y dejó de respirar.
"El departamento de bomberos ya estaba allí antes de que supiera que había un incendio", dijo Rutherford. "Definitivamente estaban al tanto".
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Los bomberos sacaron a Dexter afuera, le dieron oxígeno y comenzaron la RCP. Después de tratar de reanimar a Dexter en la escena, lo llevaron al Hospital de animales VCA cerca del Hotel Circle en una patrulla de la policía. Los técnicos veterinarios dicen que todo fue práctico, pero a pesar de sus mejores esfuerzos, no pudieron salvarlo.
La muerte de Dexter pesa mucho en los corazones de las mujeres que lo adoptaron hace menos de cuatro meses.
Su humana, Elizabeth Weiss, le dijo a NBC 7: "Amamos a los bomberos y apreciamos todo lo que hicieron".
Rutherford conocía a Dexter como el cachorro que siempre miraba hacia abajo a los otros perros que jugaban desde la misma ventana en la que vio las llamas por primera vez.
Es un claro recordatorio de lo que puede suceder cuando tus mascotas se quedan solas.
“Da miedo porque sucedió mientras no estaban. Parecía que podía suceder en cualquier momento, al azar, así que, por supuesto, es aterrador”, dijo. “Es triste ver morir a un perro que no ha sido más que cariñoso y juguetón”.
Aún no se ha determinado la causa del incendio, pero la pareja que vive en la unidad dice que habría comenzado en un tomacorriente sin usar detrás de un sofá.
