Abogados defensores de un infante de marina del Campo Pendleton dijeron que su cliente apuñaló accidentalmente a un compañero y que nunca tuvo la intención de asesinarlo.
El infante de marina de primer rango, Raymond Begay, apareció en una corte militar el 22 de marzo durante la mañana en la base Marine Corps, donde los fiscales argumentaron que Begay debería enfrentar cargos por asesinato en segundo grado y obstrucción de la justicia.
El fiscal demandante dijo que el infante de marina se mostró insensible e indiferente ante la vida de la víctima Ethan Barclay-Weberpal. En entrevistas con investigadores después del incidente que ocurrió el 16 de enero, Begay admitió que había cometido el apuñalamiento, y que era buen amigo de la víctima.
Sin embargo, los abogados de Begay explicaron que los dos infantes de marina estaban caminando alrededor del Campo Pendleton durante esa mañana.
Testigos que acudieron a la audiencia del jueves pasado, dijeron que Begay jugaba muy seguido con cuchillos y pretendía acuchillar a sus amigos. También revelaron que el cuchillo con el que jugaba era de navaja retráctil, así que fácilmente se convertía en un cuchillo.
De acuerdo a los testigos y los abogados del acusado, el hombre estaba sentado a un lado de la víctima y le dijo “en forma de broma” que “lo debería apuñalar”, y que la víctima respondió “Hazlo. Odio a la compañía Lima (la unidad para la que estaban asignados)”.
Después de esta respuesta, el acusado presuntamente apuñaló a su compañero en el pecho. El cuchillo tan afilado le penetró el corazón, cortándole su ventrículo izquierdo. De acuerdo al demandante, el herido inmediatamente perdió una gran cantidad de sangre. Momentos después fue pronunciado muerto.
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Además, dijeron que Begay también obstruyó a la justicia porque intentó esconder el cuchillo después de haber cometido el acto. Pero sus abogados defensores dijeron que su cliente entró en pánico y que nunca fue su intención esconder la evidencia. También notaron que el responsable regresó a la escena con un rollo de papel para ayudar a detener el sangrado de su compañero.
Rhett Glubka, un compañero de ambos infantes de marina, fue uno de los testigos que asistió a la audiencia y dijo que Begay era como “un hermano menor” para él. Glubka dijo que el apuñalamiento fue un acto terrible, trágico y un accidente. También testificó que su compañero “no pensó con su cerebro, y estaba jugando con un cuchillo. Creo que sólo estaba jugando a ser un niño, haciendo cosas tontas, sin pensar en lo que podía pasar”.
En su argumento final, la defensa dijo que el acusado está devastado por la muerte de su amigo, y agregó que el cargo más apropiado para el debería ser homicidio involuntario, debido a negligencia.
