Por primera vez en 13 años, el médico más importante del país, el director general de salud pública, Jerome Adams, emitió un aviso de salud en el que pidió que familiares y amigos de adictos a los opioides lleven un antídoto en caso de sobredosis.
El medicamento se llama Naxolone.
“Espero que este medicamento esté en las manos de alguien que podría encontrarse en la posición de salvarle la vida a alguien que sufra una sobredosis”, dijo Adams durante la conferencia nacional de abuso a la heroína y a las drogas por receta.
Adams espera que las personas que están en riesgo de sobredosis y sus familiares aprendan cómo usar el antídoto y lo tengan a mano.
“No tienes que ser un policía o bombero, paramédico para salvarle la vida a alguien”, dijo Adams.
Más de la mitad de las sobredosis ocurren en el hogar del adicto. Este problema nacional mata a una persona cada 12 ½ minutos, o 100 personas diarias.
La administración del presidente Donald Trump otorga $24 millones en subvenciones a un pequeño grupo sin fines de lucro de Nueva Inglaterra para distribuir y monitorear miles de millones de fondos diseñados para hacer frente a la epidemia del abuso de los opioides.
De acuerdo a un reporte del consejo nacional de seguridad, solo Nevada y Nuevo México han obtenido buenos resultados contra la sobredosis relacionada con opioides por sus políticas.
Adamas dijo que 95% de las personas con seguro en EE.UU. pueden comprar naloxone con sus seguro médico. Viene en presentaciones de spray, y tiene un costo de $80 por una dosis, aunque algunas opciones de genéricos son más accesibles.
Algunas agencias de salud pública también cubren el medicamento, pero le gustaría ver más fondos dedicados para incrementar el acceso local al medicamento. Aunque Adams reconoce que el precio podría disminuir.
Local
El médico también reconoció que no es la única solución para el problema del abuso de los opioides pero si una herramienta más.
La última vez que el director general de salud pública emitió un aviso de salud fue en el 2005 cuando dijeron que las mujeres embarazadas no deberían consumir alcohol, previamente sólo se había pedido que disminuyeran su consumo.
