TIJUANA- Alfonso de tan sólo 13 años, fue dado de alta de la clínica 20 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tijuana, luego de ganar una batalla contra el coronavirus.
Y el padre de Alfonso, relató a Telemundo 20, la emoción que sintieron al momento que dieron de alta a su hijo, y cómo fue cuando una ambulancia pasó hasta su hogar para llevarle finalmente de regreso.
“Una alegría tremenda porque dios nos había dado otra oportunidad con él”, dijo Joel Álvarez, padre de Alfonso.
Felicidad que dijeron sintieron desde la clínica 20 del IMSS, cuando Alfonso tocó la campana que marcaba su alta, un mes después de que fue internado, que fue el pasado 21 de junio, cuando el panorama no lucía bien.
“Porque no me daban pronóstico de vida, realmente”, recordó el padre del menor.
El padre incluso recordó cómo tuvo que pedir ayuda a un vecino para sacarlo de casa,y llevarlo a un hospital.
“Le hacía preguntas y no me respondía nada, nada más movía los ojos y fue el momento en que dije no esto no está bien”, señaló Álvarez.
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Fueron 17 días los que Alfonso estuvo conectado a un respirador artificial, y tipificado, de acuerdo a lo que reveló el IMSS a Telemundo 20, como el paciente más grave del área, pues apenas a los tres días de ingresar cayó en estado de coma.
“Estuve como un mes en el hospital, y sólo recuerdo dos semanas, como dormirte y despertar, así, pero yo dormí 18 días”, relató Alfonso desde su casa a Telemundo 20.
Ahora, los estudios colocaron a Alfonso como negativo al coronavirus, sin embargo, la recuperación aún le dificulta en sus actividades en casa.
“Está muy difícil porque no puedo caminar bien, al principio no podía caminar ni pararme”, dijo el joven sobreviviente al coronavirus.
Sin embargo, su familia ahora duerme con tranquilidad, después de vivir prácticamente un mes en el hospital en espera de la recuperación de su hijo.
“A veces no se puede dormir de la desesperación llorando, orando”, dijo Álvarez.
Lo que generó que Álvarez escribiera una carta de agradecimiento al personal médico del IMSS, que apoyó a su hijo durante su estancia en la clínica 20, pues señaló que tenía reservas de llevarle ahí, sin embargo, ahora dijo que su perspectiva era otra, pues los médicos agregó su padre, nunca dejaron solo a su hijo y estuvieron al pendiente día y noche.
Alfonso señaló solo espera cumplir todas las metas de un joven normal de 13 años, que ahora sueña con ser programador, correr y regresar a jugar béisbol.
“Me gusta cachar la pelota, pues yo siempre era el jardinero central”, agregó Alfonso, quien ahora realiza terapia física desde casa cada semana, y desde la clínica 20 del IMSS.
