SAN DIEGO- Debido a las nuevas medidas de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) para reducir los cruces no esenciales, algunos tuvieron que esperar largas horas en filas interminables, pero además de eso, algunos dijeron que lo que más les preocupaba mientras estaban formados era su salud.
“Estaba muy, muy, muy, larga la fila, demasiado, demasiado larga”, dijo Norberto Medina, residente de San Diego.
Él dijo que nunca antes le había tocado esperar tanto para cruzar de Tijuana a San Diego.
“No avanzaba y no avanzaba, por lo mismo que se hace un amontonadero”, comentó.
Él dijo que madrugó para evitar la espera.
“A las tres de la mañana llegué a hacer fila”, comentó.
Pero aún así la demora no fue nada corta.
“Llegué con el oficial de inmigración hasta las 6:40”, señaló.
Fueron casi cuatro horas las que se tardó por el cruce peatonal de San Ysidro.
“Parecíamos chivos encerrados. Todos amontonados ahí”, expresó.
Y mientras algunos como Medina decidieron cruzar la frontera a pie, otros lo hicieron por auto y dijeron que la espera fue peor.
“Duré seis horas para cruzar por la garita de Otay”, dijo María Soco, residente.
Ella dijo que se formó en la fila de autos a las 5 a.m. y logró cruzar hasta las 11 a.m., una espera que describió como una eternidad.
“No puedes ir al baño ni nada, tienes que estar continuamente atenta en la fila porque la gente se te quiere meter a la fuerza”, señaló.
Ella dijo que lo que empeoró la espera fueron las altas temperaturas.
“Yo me quise venir temprano antes de que saliera el sol porque mi troca no tiene aire acondicionado, entonces dije, ‘para que no me dé el sol’ ,pero fue lo mismo o peor porque todas las filas estaban llenas”, dijo.
Ella mencionó que llegó desesperada, ya que casi todas las casetas estaban cerradas.
“No, lo regular, que si tengo algo que declarar, para donde voy. Es todo”, dijo sobre el cuestionamiento de los oficiales de CBP en las casetas este día a comparación de otros días.
Medina dijo que por el cruce peatonal, las preguntas fueron similares.
“A mi me preguntaron a dónde iba y donde trabaja, y como traigo mi credencial de trabajo solo me dijo, ‘okay, que te vaya bien’”, dijo Medina.
Sin embargo, Medina dijo que había algo que le preocupaba aún más que la larga espera mientras esperaba parado en la fila.
“Había unos fumando, otros tomando pisto y otros vienen tomados o con tos”, señaló.
Y justo por motivos como este, algunos no están de acuerdo con las nuevas medidas de CBP.
“Yo creo que les faltó visión ahí, hay que ver todo el sistema y ver dónde se pueden hacer ajustes”, comentó Gustavo de la Fuente, director ejecutivo de la Coalición de Frontera Inteligente.
De la Fuente dijo que es posible que con esta medida sí desalienten a algunos a cruzar, pero que cree que falta investigar más.
“Tienen unas filas muy largas y por eso tienen a gente muy cerca de la otra y con eso les puede salir el tiro por la culata”, señaló. “A mí todavía nadie me ha convencido que en efecto se está propaganda el virus por estas idas y venidas de estas personas”.
Mientras tanto, Medina dijo que ahora solo cruzará cuando realmente sea necesario porque no quiere volver a esperar tantas horas.
Los cruces sólo esenciales están vigentes hasta el próximo 21 de septiembre, pero aún no se sabe si estas largas esperas se prolongarán.
