La apertura de las carreras de caballos atrajo a un grupo de personas quienes protestaron este miércoles a las afueras del evento.
Uno de los entrenadores de caballos quien se encarga del bienestar de estos animales dice cuidar a estos animales como si fueran sus propios hijos. Por su parte, el estado ha aumentado las medidas de seguridad para proteger la vida de los caballos.
No eran espectadores, ni fanáticos de las carreras. Y en lugar de sombreros llevaban letreros que decían "no soy tu entretenimiento", así un grupo de defensores por los derechos de los animales se manifestaron en contra de las carreras de caballos.
Leandro quien lleva en la industria equina más de 40 años, asegura que su prioridad siempre es el bienestar de los caballos.
"Tienes que querer lo que haces si no no puedes hacerlo", dijo.
Al terminar cada carrera sigue un proceso para asegurarse que cada animal descanse y esté fuera de peligro.
"Le dan su baño, se asegura que el caminador lo camine para enfriarlo 30 minutos dos veces, y esperamos dos a tres horas para poderle dar de cenar, se espera un poco mas para evitar cólicos", dijo el asistente de entrenador de caballos, Leandro Mora.
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Pero antes de que estos caballos salgan de los establos son revisados por tres diferentes veterinarios, quien les da la luz verde a los caballos antes de salir a las carreras.
Y si al veterinario del estado, al último, no le gusta como está el caballo, el caballo no corre.
Además, al caballo le restriegan un tipo de arcilla en sus patas para así evitar el calentamiento.
Y es que la industria de las carreras de caballos ha estado bajo criticas luego que 30 de estos animales murieran durante la temporada de carreras de Santa Anita.
La activista, Ellen Ericksen afirma que el estrés que los caballos cargan es maligno para sus pulmones y para sus corazones.
La nueva iniciativa del estado incluye la prohibición del uso de medicamentos anti-inflamatorios por lo menos 48 horas antes de su carrera.
Y aunque en el 2016 se registró un total de 23 muertes de caballos en Del mar, tras la implementación de cambios estatales este sitio ha sido categorizado como uno de los más seguros en Estados Unidos contando con menos de una muerte de caballos por cada mil.
