A 24 horas del que el Presidente Donald Trump diera a conocer el estado de la nación, hay quienes quedaron con un mal sabor de boca en San Diego, ya que no escucharon un mensaje alentador.
Abigail Galván lleva a sus padres en su mente. Vive con el alma en un hilo cuando tiene que salir de su casa en La Mesa, así lleva más de una década. Ella es beneficiaria de DACA pero sus padre son indocumentados y su peor temor es ser separada de su familia.
Ese es el dilema de soñadores que viven en ciudades fronterizas como San Diego. Jesús Carbajal vive una situación similar, también es beneficiario de DACA y dice estar desconforme con el discurso del presidente Donald Trump, donde pide más agentes fronterizos y fondos para el muro a cambio del amparo migratorio para más de un millón estudiantes indocumentados. Esto sería catastrófico para los inmigrantes en la región.
“La frontera no solo es el borde, viene siendo 100 millas desde ese borde hacia adentro, así que cubre todo el condado de San Diego. Para las personas que no saben, nuestra realidad aquí en San Diego es que nos pueden deportar en menos de un día”, dijo Carbajal.
Mientras continúan las negociaciones por los soñadores en el congreso, en las calles y en las fronteras de la nación, activistas y estudiantes también seguirán luchando para que el remedio no resulte peor que la enfermedad.