TIJUANA- La educación a distancia se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para familias de bajos recursos en ambos lados de la frontera a consecuencia de la pandemia, alumnos que apenas tienen acceso a unos mensajes por Whatsapp para recibir instrucciones de los maestros, como en el caso de María Elida Guerrero, abuela de dos menores en la colonia Milenio, donde señala un celular roto, es las única herramienta de contacto con la escuela, que ayuda a sus nietas a estudiar en medio de la contingencia sanitaria.
“Lo que van a estudiar, las páginas y todo eso, entonces ella me la manda a mí, y es como se comunica”, dijo la abuela y residente de Tijuana.
Para llegar a casa de la abuela, donde cuida a sus nietas que asisten al kínder y cuarto de primaria, es necesario atravesar un camino de tierra y un pequeño puente de madera. Y ella aseguró que la comunicación y falta de útiles escolares dificultan el regreso a clases.
La misma historia de Alma Hernández, quien dijo que aunque cuenta con un televisor, es difícil con sus cuatro hijos en casa.
“Tenemos una computadora nada más y la de la secundaria tiene que estar checando las tareas o a veces también haciéndolas”, dijo Hernández, madre de familia.
Además, la madre agregó que en pocos días ya se siente con las responsabilidades de una maestra.
“Te habla mamá ven, tienes que estar sentada o en los ejercicios, invita a la mamá, me pongo con ella verdad”, señaló Hernández.
El sistema educativo estatal aseguró que de los 342,000 alumnos que regresaron a clases, el 2% tiene problemas para acceder a internet o un televisor.
“Ya los maestros saben a qué alumnos hay que apoyarlos con material impreso, porque no tienen acceso al internet y no tienen acceso a la televisión por diferentes circunstancias”, informó la delegada del sistema educativo estatal, Irma Martínez.
La delegada agregó que parte de los 15,900 maestros en Tijuana han tenido que redoblar esfuerzos para contactar a estos estudiantes.
Hernández aseguró que en su comunidad al oeste de Tijuana, hay madres viudas y trabajadoras, que sufren para que sus hijos vayan a clases.
“Me tengo que ir a vender al sobre ruedas, pero tengo que estar aquí y el sobre ruedas es en las mañanas”, relató Hernández.
El sistema educativo en Baja California se quedó con los datos de la familia de Guerrero, que hasta hoy no había podido lograr que su nieta tenga acceso a educación a distancia en el cuarto grado, uno de los retos más importantes de acuerdo a las autoridades, localizar a esos alumnos que hasta hoy, no han podido regresar a clases.
