SAN DIEGO- La Junta de Supervisores del condado votó 3-2 el martes a favor de mantener vigente un mandato de vacuna para los nuevos empleados, luego de una audiencia pública prolongada y ocasionalmente polémica.
La nueva votación se tomó en respuesta a una carta desafiando el mandato, que fue aprobada originalmente el 5 de octubre, también por una votación de 3-2.
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El presidente de la junta, Nathan Fletcher, la supervisora Terra Lawson-Remer y la vicepresidenta Nora Vargas votaron a favor. Los supervisores, Joel Nelson y Jim Desmond se opusieron.
La naturaleza exacta del desafío al mandato no fue revelada, pero pareció cuestionar la propiedad del voto original bajo la ley de reuniones abiertas del estado.
El personal del condado indicó que la nueva votación se tomó “con mucha precaución bajo la Sección 54960.1 del Código del gobierno”, una referencia a la ley de reuniones abiertas de la Ley Brown.
En agosto, el condado adoptó una política que requiere que los empleados existentes estén completamente vacunados o se sometan a pruebas COVID-19 semanales. El mandato para las vacunas se aplica a las nuevas contrataciones del condado.
Anderson y Desmond han dicho que se oponen al mandato de una vacuna.
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La reunión del martes incluyó algunos testimonios públicos a menudo mordaces, incluido un orador que hizo un comentario con carga racial dirigido a la directora de salud pública del condado, Wilma Wooten, quien es negra. El mismo orador también apuntó a los supervisores Fletcher y Vargas.
Los comentarios provocaron una respuesta airada de la supervisora Vargas, quien acribilló su respuesta con un improperio.
Fletcher, el presidente de la junta, dijo que si bien la disidencia es una parte saludable de una democracia en funcionamiento, ha sido triste ver a los opositores al mandato de la vacuna lanzar ataques personales contra los miembros de la junta y los funcionarios del condado simplemente porque no están de acuerdo con sus políticas.
