TIJUANA - Este jueves, migrantes centroamericanos y mexicanos trabajan en la ampliación de un albergue en Tijuana que se encuentra justo a un lado de un cementerio en la colonia de Loma Bonita, ahí desde la mañana hasta entrada la tarde, con palas, bloques y cemento; buscan este espacio sea más grande y digno para que duerman cientos de adultos y niños que esperan por su asilo desde México.
Los migrantes, aseguran ponen los cimientos para el futuro de miles como ellos que pasarán por Tijuana en años venideros.
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“Ya le sacamos nivel ya ahorita estamos pegando bloques y ya todo gracias a dios está saliendo bien”, dijo Antonio Escobar, migrante originario de Honduras, quien lidera la obra.
En el sitio más de 20 migrantes que duermen en el albergue ágape se alternan para avanzar con la ampliación, que esperan les permita tener sana distancia en esta pandemia y cuarta ola de contagios.
“Vamos a abrir espacio hasta los niños, porque los niños están hacinados allá adentro, hay mucho niño y hay poco espacio”, relató, Juan Ramón Arguijo, migrante originario de Honduras, quien apoya en la construcción y duerme en el albergue junto a su esposa e hijo de tres años de edad.
El pastor del albergue asegura el proyecto comenzó después que el gobierno del estado avanzará en los trámites de donación del espacio, que esperan culmine en dos semanas, el espacio pretende tener tres niveles y hasta un sitio para la educación de los niños.
“Tener unos espacios especiales para los niños, de aquí que están en su proceso que tengan un espacio digno para los niños para su educación y darles unas clasesitas”, dijo Albert Rivera, director de albergue Ágape en Tijuana.
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En la construcción también colaboran niños en el proyecto de ampliación, quienes con curiosidad se acercan a ver y piden poner su granito de arena.
“Me ayudan, me ayudan a jalar piedras pequeñas, como ahorita me están ayudando ahí a limpiar la basura”, explicó, Antonio Escobar, quien dice trata de alejar a los niños pequeños para que no se lastimen en la zona.
Quienes participan en la ampliación como Juan, dice le resulta fácil apoyar en el proyecto, pues por las condiciones económicas en su país, este fue su oficio en Centroamérica desde que era niño.
“Allá uno ya desde niño, desde 14, 15 años ya al trabajo, el libro y el lápiz se olvida y empieza la jornada de adulto”, explicó Juan Ramón Arguijo.
Y hoy mientras escarba junto a Antonio y acomodan los bloques, aseguran se inspiran al pensar que ese lugar pueda servir a más compatriotas.
“No sabemos si el día de mañana va a venir un hermano, un primo, un familiar, va a pasar por aquí, ya deja uno, una raíz uno aquí”, dijo Antonio Escobar.
Y así tengan un lugar digno donde permanecer y no deban dormir en las calles, como ellos lo hicieron durante sus primeros días en Tijuana.
“Habemos unos incluso durmiendo en cositas así armadas en covachas le dicen, armadas así y ahí estamos pasándola”, recordó Juan Ramón Arguijo.
El albergue Ágape es uno de los que cuentan con más migrantes en sus instalaciones en todo el estado, con un total de 568 migrantes, muchos de ellos niños, que aseguran cuidan también de los contagios por COVID-19.
“Hemos tenido como unos tres, cuatro casos que han salido positivos con COVID, inmediatamente rentamos un departamento, o tenemos un departamento donde los apartamos por 14 o 15 días hasta que se mejoren y salgan negativos, entonces los reintegrarnos para atrás al albergue”, agregó Albert Rivera.
Los migrantes dicen que en una semana terminarán con la barda que dará paso a la próxima ampliación a este albergue, sin embargo, también proyectan este 3 de febrero la llegada de agrupaciones de voluntarios desde Estados Unidos para ayudarles a mejorar las condiciones de este espacio
El albergue Ágape informó espera en un futuro poder albergar hasta 1,500 migrantes, donde hasta hoy recibe prácticamente el 100% de su financiamiento de organizaciones cristianas evangélicas en Estados Unidos, informaron que son originarias de California, Tennessee , Ohio y Massachusetts. En los últimos dos meses comenzaron a recibir un promedio de 80 despensas cada 30 días por parte del gobierno de Baja California.
