LINCOLN HEIGHTS - “Señora con todo el dolor en mi corazón, su hijo parece que se fue quemado”, ese fue el desgarrador mensaje que recibió Samira Abraham un día después de que su hijo Juan Antonio Ortega conocido como "Jimmy” de 24 años salió a Tijuana.
“Estoy segura que querían desaparecer el cuerpo de mi hijo pero un rayito de luz no lo permitió y yo pude darle a mi hijo santa sepultura”, dijo Abraham.
Horas antes, Abraham había recibido otro mensaje de un amigo de su hijo en el que al parecer decía que ya presentía su muerte.
“Que si algo le pasaba, era la responsabilidad de la personas con la que últimamente estaba conectada”, leyó el mensaje que recibió Abraham.
Por temor a represalias, la madre no quiere nombrar a la persona que su hijo señaló.
Ell sólo sabe que su hijo salió a Tijuana para comprar un auto, pero ella cree que fue una trampa mortal.
“Algunas personas me dijeron y no lo puedo decir con seguridad que el se puso a discutir”, dijo Abraham.
Local
La hija de Abraham quien vive en otra ciudad de México viajó a Tijuana en busca del cadáver de su hermano, llegó a un hospital y tras obtener información le llamó a su madre para decirle lo que el personal le comunicó:
“Tu hermano llegó aquí, no sabemos como, sólo sabemos que sus pulmones respiraron dióxido de carbono y por eso murió”, a lo que su hija continuó con su búsqueda.
“Ya la desesperación fue a la morgue y ya fue cuando ella me dijo, mama mi hermano está entero entre tanta gente que está muerta”, dijo la madre entre lágrimas.
La desesperada madre intentó realizar un reporte policial con la dependencia de San Diego pero cuenta que fue en vano.
“Porque dicen que ellos no se pueden involucrar cuando mueren en Tijuana”, dijo Abraham. Y ella aseguró que la policía de Tijuana no le ha dado respuestas.
Ortega vivía dentro de su auto en un barrio de Lincoln Heights, él estaba estudiando en el Colegio Comunitario Mesa, y su madre aseguró que él estaba tratando de mejorar su situación.
Ella pide justicia por la muerte de su hijo y la ayuda del público para resolver su misteriosa muerte.
“La justiciar humana quizá no podrá hacer nada pero sí hay una justicia divina”, dijo la madre.
Mientras tanto, la mujer dijo que va seguir difundiendo esta noticia públicamente hasta que reciba la ayuda que ella cree merecer para resolver este caso.
