La mujer del norte del condado de San Diego quien le dio un puñetazo a un tiburón en el ojo habló sobre su camino a la recuperación tras el ataque.
Hace dos años, Leeanne Ericson estaba nadando con su novio en un lugar de surf popular que se llama Church en San Onofre cuando el peor temor de cualquier persona que le gusta ir a la playa pasó.
Un tiburón blanco de 10 pies de longitud le mordió la pierna derecha. Ericson dijo que trató de empujarlo y después decidió darle un puñetazo en el ojo.
“Tan pronto que sentí sus dientes en mi pierna, sabía exactamente lo que era”, le dijo a nuestra cadena hermana, NBC 7. “Solo vi un circulo negro y mi cerebro pensó, ‘bueno, se ve suave. Lo puedo lastimar allí’”.
Ericson perdió una sección de la pierna derecha y perdió mucha sangre; fue transportada al hospital donde entró en una coma. Los doctores después consideraron una amputación, pero Ericson logró mover la pierna.
“Y se pusieron blancos como sus abrigos porque pensaron que nunca podría usarla de nuevo”, dijo Ericson.
Al principio, le dijeron que poder caminar sería un reto para ella. Sin embargo, desde el ataque que ocurrió en abril del 2017, y con varios procedimientos, Ericson ha hecho una “increíble” recuperación.
Además de la terapia física, Ericson también ha regresado al ejercicio terapéutico que le encantaba antes del ataque: Pilates.
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“Me acuerdo cuando dijo, sabes, ‘¿Piensas que puedes hacer esto’? Pensé, ‘¿Cómo que no lo puedes hacer’? ‘¡Peleaste en contra de un tiburón blanco y sobreviviste’”! le dijo a NBC. “Desde que empecé Pilates, mi pierna se ha puesto más fuerte”.
Ericson pudo agarrar más fuerza, balance y flexibilidad a través de los ejercicios diseñados específicamente para ella. Y después de poco tiempo, ya estaba en camino a convertirse en una entrenadora en el mismo estudio que le ayudó.
“Es increíble de dónde he venido, y ahora me digo, ‘Bueno, ¿Dónde puedo ir ahora? ¿Qué puedo hacer ahora’”?
Además, Ericson agarró un tatuaje de un elefante con dos pequeños tiburones en las orejas.
Dice que el tatuaje es un recordatorio de todo lo que ha pasado por. Sin embargo, dice que una motivación aún más grande es sus tres hijos.
¿Y cómo se siente hacia el tiburón?
“Estoy esperando fotos de un tiburón con un ojo para que pueda decir ‘¡Ese es mi tiburón’!
