De acuerdo con la investigación llevada a cabo por el Departamento de Seguridad Nacional el 16 de febrero de 2020 Ana, una migrante embarazada, era detenida en Chula Vista por las Patrullas Fronterizas de San Ysidro. Ese mismo día, a las 3 de la tarde, Ana dió a luz en una de las celdas de la estación de las Patrullas Fronterizas.
Tras haber dado a luz, Ana fue trasladada a un hospital por 48 horas y después regresó nuevamente a la celda, con su recién nacido en brazos, donde esperaron hasta ser liberados el 19 de febrero a las 2 de la tarde.
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“El reporte confirma que después de que nuestra clienta dió a la luz en la estación de la patrulla fronteriza, después de que la llevaran al hospital, forzaron que la mama recién dado a luz y su bebe americano pasaran otra noche en la patrulla fronteriza, en lo que se conoce como la hielera,” dice Monika Langarica, abogada de ACLU, sobre el caso.
La Patrulla Fronteriza ha dado su propio comunicado sobre los hechos ocurridos durante los días del 16 al 19 de febrero de 2020.
“La investigación no corroboró la alegación de que la Patrulla Fronteriza y agentes de la Patrulla Fronteriza no identificados asignados a la estación de Chula Vista maltrataron al detenido.”
Mientras la Patrulla Fronteriza niega que los pasado con esta madre migrante no ha sido un caso de maltrato, Paola Luisi, Directora de Families Belong Togethe, opina algo distinto.
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Una mujer que apenas había dado a luz a su hijo, la echaron en una cárcel por una noche. En qué mundo vivimos, que eso es correcto.
Paola Luisi
El comunicado de la patrulla Fronteriza también esclarece que:
“Ellos toman muy en serio su papel de brindar atención y garantizar la salud, la seguridad y el bienestar de cada adulto y niño bajo su custodia. La Oficina del Inspector General no encontró deficiencias en la provisión de acceso de la Patrulla Fronteriza a la asistencia médica para la madre y su recién nacido, o el incumplimiento de las políticas aplicables es un testimonio de ello.”
Monika Langarica ha declarado que no están de acuerdo con las declaraciones de la Patrulla Fronteriza, las cuales defienden que no hubo un caso de maltrato y que la madre fue brindada con una asistencia médica adecuada.
Según el reporte, los recién nacidos bajo custodia de la Patrulla Fronteriza en muchas ocasiones pasan días y noches en esas instalaciones por lo cual, señalan, deben agilizar esos procedimientos porque mantener a ciudadanos estadounidenses recién nacidos en las estaciones de la Patrulla Fronteriza genera preocupaciones legales, de seguridad y salud.
“Estaba claramente a punto de dar a luz y en vez de llevarla a un hospital para recibir asistencia médica, que ella necesitaba en ese momento. La llevaron a la estación de la patrulla fronteriza, eso no se confirma y no se niega en el reporte,” denuncia Monika Langarica, abogada de ACLU.
El reporte establece que la Patrulla Fronteriza no tiene registros completos actualizados de las mujeres embarazadas bajo custodia, pero que en el año fiscal 2019 3,134 mujeres reportaron estar embarazadas y de ellas 1,449 estaban en su tercer trimestre.
Desde el año fiscal 2016 hasta septiembre de 2020, hubo 188 posibles nacimientos en custodia de la Patrulla Fronteriza. 31 de ellos fueron analizados en esta investigación, de los cuales 10 recién nacidos permanecieron una o más noches en custodia, hasta cuatro noches. 21 fueron liberados el día en que les dieron de alta en el hospital.
“Nos tenemos que preguntar cómo, como nación, vamos a tratar a los niños y familias. Los vamos a echar en una cárcel así, el país que es el más poderoso del mundo” cuestiona Monika Langarica.
Estas son algunas de las recomendaciones que han surgido tras la investigación al Comisionado de Aduanas y Protección Fronteriza:
- Desarrollar una guía formal con procesos integrales para documentar los partos que ocurren bajo custodia.
- Implementar prácticas estándar para acelerar la publicación de ciudadanos estadounidenses recién nacidos bajo custodia luego de partos de detenidos.
- Desarrollar protocolos escritos para el personal de CBP en el hospital y centros de salud para diferir, en ausencia de circunstancias apremiantes, a los hospitales y otros proveedores de atención médica locales para brindar servicios de intérprete para casos de custodia, inglés limitado.
