TIJUANA- Mientras las autoridades en Baja California han permitido la reapertura de algunos establecimientos como restaurantes, hay otros sitios que por las condiciones de la pandemia aún no pueden operar, lo que afecta directamente algunas familias tijuanenses.
El semáforo en rojo sigue en Baja California por el COVID-19, por lo tanto las fiestas no están permitidas, los antros y bares todavía no pueden estar abiertos, lo que lleva a algunos músicos a buscar otra forma de poder ejercer su oficio y salir adelante.
Cómo el caso de la Banda Inolvidable Cielo Azul, una agrupación de la que dependen 10 familias, que tenían meses sin poder trabajar, y que ahora tomaron las calles de Tijuana como su escenario principal.
“Pues no tenemos trabajo por lo de la contingencia y todo eso por la pandemia”, comentó a Telemundo 20, Jhonatan Alfredo, el integrante más joven de la banda. A sus 16 años, Alfredo toca el clarinete como una forma de apoyar a su familia económicamente.
Así como él, cada uno de los miembros depende de esta música tradicional para mantener a sus seres queridos.
“Algunos están casados, algunos tienen familia afuera, tienen que mandarle dinero por eso estamos pidiendo el apoyo con lo que gusten apoyarnos, ya sea monedas o con despensa”, dijo Raúl Salas, vocalista de Banda Cielo Azul.
Local
Y es que mientras el semáforo se mantenga en rojo por la pandemia del COVID-19, los lugares en donde acostumbraban trabajar se encuentran cerrados, y las contrataciones colapsaron de igual forma que su economía.
Cristian Pérez, manager de la banda, dijo que fueron más de dos meses que estuvieron si trabajar, pero cuando la necesidad supera a la pandemia, decidieron salir a las calles.
“Duramos como más de dos meses sin trabajar hasta que ya por el momento nos dimos a estar en los semáforos para que la gente a ver si nos pudiera apoyar”, comentó Pérez.
Cada uno tocando su instrumento, fusionándose con el ruido de la calle. Todos en una esquina del bulevar “Fundadores”, para formar una melodía urbana que alegra el ambiente del crucero, mientras uno de ellos recorre los vehículos para recibir apoyo.
Además, los cubrebocas ahora forman parte de su atuendo para trabajar de una forma distinta, pero con el ritmo de siempre.
