SAN DIEGO- Han pasado cinco días desde que Eduardo de 8 años ingresó al hospital infantil Rady con fiebre que alcanzó los 106 grados tras contraer el Síndrome Inflamatorio Multisistémico (MIS-C), una consecuencia asociada al COVID-19.
“Es una enfermedad muy fea muy grave que no se puede explicar los ojos se le ponen rojos muchos síntomas su cuerpecito lleno de marcas”, señaló Rosa Reyes, su hijo de 8 años desarrollo el síndrome inflamatorio multisistémico.
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Rosa y su esposo Leo aun no pueden creer que su hijo Eduardo de tan solo 8 años está en una cama de hospital.
“Empezó con una temperatura para nosotros supuestamente normal como a cualquier niño supuestamente le da, pero todo se fue complicando poco a poco”, reconoció Leo Cortes, su hijo contrajo el síndrome inflamatorio multisistémico.
Una simple fiebre y resfrió que se agravaron en cuestión de días.
“Nos pusimos muy triste porque ya habían pasado tres días que mi nino estaba muy enfermo la calentura le llego a los 106 grados es algo que nunca habíamos visto nosotros”, indicó Cortes.
Leo dice que visitaron distintos centros médicos hasta que llegaron al hospital infantil Rady.
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“El niño lo que ha tenido es una enfermedad que se llama síndrome multisistémico inflamatorio le decimos MISC y es una inflamación que ocurre de dos a seis semanas después de que alguien tuvo la enfermedad o estuvo expuesto al covid”, dijo Adriana Tremoulet, pediatra infectología del hospital infantil Rady.
Una condición rara que afectado al menos a 4 mil niños en todo el país desde el 2020, el síndrome ataca a menores entre 8 a 14 años, en San Diego se han reportado 80 casos.
“Nos alertamos mucho nosotros porque nos dijeron que es enfermedad es nueva que ni si quiera tiene dos años”, resaltó Cortes.
Y es que ambos padres contrajeron el coronavirus en agosto, al tomar una decisión muy personal de vacunarse.
“Era un poco inconsciente lo voy a decir así en realidad ese fue mi mayor error”, afirmó Cortes.
Pero al ver las condiciones en que su hijo el mediano de tres se encontraba todo cambio.
“Nosotros como padres tenemos que proteger a nuestros hijos ya que hay mucho coronavirus nosotros como padres no creemos y decimos no nos va a pasar”, aseguró Reyes.
Ahora solo cuentan los días para aplicarse la inyección tan pronto sus síntomas de coronavirus terminen.
“Si la familia se hubiese vacunado entonces la familia no se hubiese infectado y no le hubiese pasado la infección a Eduardo y eso creemos reduce que tenga esta enfermedad”, manifestó la Dr. Tremoulet.
De acuerdo a la pediatra Tremoulet Eduardo se encuentra estable, sus padres han estado junto a él en todo momento.
“Es tomar acción y hacerlo ya porque este es el momento”, reiteró la pediatra.
Leo y Rosa eran de los que no creían en la vacuna, pero ahora entienden que la inyección es la única forma de protegerse a ellos mismos y su familia.
