Niños migrantes llevan meses sin asistir a la escuela

Los pequeños migrantes en el albergue El Barretal comparten los pocos juguetes y colores que tienen, al igual que el deseo en sus corazones de poder ir a la escuela.

“Yo solo quiero ir a clases y poder escribir”, dijo Luis Fernando, un niño migrante que se encuentra con su familia en El Barretal.

José Luis Sánchez, el padre de Luis Fernando, dijo que no tuvo más remedio que sacar a sus hijos de la escuela en Honduras debido a la violencia.

“En mi país ya perdió el año porque cuando nos venimos, ya estaban en los últimos meses, y decidimos sacarlo por los problemas que hay allá”, dijo Sánchez.

Mientras tanto, organizaciones como UNICEF ofrecen actividades lúdicas y deportivas a los menores en el albergue.

“Ofrecemos actividades recreacionales y también deportivas como parte de nuestro programa de espacios amigables, pero lo más importante es que seguimos dialogando con el gobierno para facilitar el acceso de esos niños migrantes al sistema educativo del país”, dijo Pressia Arfin Cabo, representate de UNICEF en México.

A través de estos recursos, se les permite un esparcimiento sano y digno a pesar de su falta de oportunidades escolares.

“Brindamos apoyo psicológico para ayudarlos emocionalemente; recordemos que esos niños han viajado mucho y han visto muchas cosas, han experimentado demasiado, y es por eso que al llegar aquí, tienen mucho estrés”, dijo Arfin Cabo.

En tanto, los niños del albergue cuentan que les gusta pasar el tiempo ya sea jugando con sus nuevos amiguitos de El Barretal o caminando con sus padres en las calles de Tijuana para familiarizarce con el lugar.

Todo esto mientras esperan una oportunidad para estudiar en el país de las barras y las estrellas. 

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