Un hombre de Clairemont de 87 años fue asaltado el miércoles en su propia casa.
Paul Schmidt pensó que no sería una buena idea pelearse con los tres hombres que entraron a su vivienda y anunciaron que lo iban a robar justo después de las 3 p.m.
Schmidt sufrió lesiones – pasó una hora en la sala de emergencia debido a heridas en su cabeza y muñecas – pero su decisión de no hacer nada pudiera haberle salvado la vida.
“No sabía si tenían pistolas o que”, dijo Schmidt. “Qué pudiera haber hecho? Tal vez pudiera haberme enfrentado a dos, ¿pero tres?”
Schmidt dice que su arrepentimiento más grande es no poder haber parado a los hombres, y ahora se preocupa que otros estén en riesgo.
“Tres hombres son más que me pudiera haber enfrentado a. Estoy un poco viejo ahora. Ochenta y siete. Ya no soy una de esas personas locas”, dijo Schmidt.
Cuando entraron los hombres, Schmidt se encontraba armando un ventilador de techo.
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“Había tijeras. Lo agarró y me amenazó con él. Dijo que había tres de ellos y que me estaban robando”, dijo Schmidt.
Cuando se llevaron su billetera, Schmidt se resistió. Jaló el bigote de uno de los hombres.
“Me empezó a golpear y agarró una de esas aspas del ventilador y me pegó en la cabeza, me noqueó”, dijo Schmidt.
Agregó que parecía que estaba drogado.
Después de buscar por la casa por 40 minutos, los tres hombres lograron escapar con $800 en efectivo, tarjetas de crédito y de banco y bolsas de otras cosas de casa.
Hasta se robaron su camioneta Honda Ridgeline de 2007.
Ahora, Schmidt está cambiando las cerraduras de su vivienda.
“He estado pensando en poniendo alarmas y cámaras y no lo he hecho. ¿Ves lo que pasa? Vivimos en otra época ahora. Nunca sabes”, dijo Schmidt.
Schmidt ha vivido en el mismo hogar por 52 años. Tiene siete hijos y 22 nietos, pero esta es la primera vez que lo han robado.
Dice no saber por qué lo robaron a él. Vive con otra persona que no estaba en la vivienda durante el incidente. Uno de sus hijos vive en la casa a la par, pero nadie estaba presente allí tampoco.