SAN DIEGO- La Casa de Turquía en el parque Balboa reunió a miembros de la comunidad el sábado para llorar las más de 35,000 vidas perdidas después de un terremoto masivo que azotó Turquía y Siria.
“Comenzamos a llorar aquí por primera vez porque sientes, no sé, todas las cosas poderosas te llegan cuando estás con tu gente”, dijo Ozlem Erol.
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Erol, mientras luchaba por contener las lágrimas detrás de unas gafas de sol oscuras, dijo que no ha podido dejar de pensar en la destrucción en Turquía. Ella es turca, al igual que su esposo y su hijo, pero estar con un grupo grande realmente hizo que sus emociones salieran a la superficie.
“Es incomprensible. No podemos, no puedo, ni siquiera entendemos la magnitud”, dijo Erol. “Todavía estamos procesando”.
Erol tiene familia en Turquía, pero no estaban en las zonas más afectadas. Aunque, Erol explicó que esto le proporcionó poco consuelo.
“Cuando decimos que no nos sentimos bien. Casi sentimos vergüenza porque no puedes decir, ‘oh, estoy tan feliz de que todos en mi familia estén bien’, simplemente no te hace sentir bien”, dijo Erol.
La Casa de Turquía tuvo oradores invitados que se dirigieron a la multitud, junto con el concejal de la ciudad de San Diego, Marni von Wilpert. Ella dio una actualización sobre el esfuerzo de rescate, incluido que un grupo de miembros de búsqueda y rescate de Los Ángeles que llegó a Turquía hace unos días.
“Ha sido una semana de luto para todos nosotros”, dijo Helin Ergun. “Ver cómo todos los edificios se derrumbaban, la carretera se dividía, la gente quedaba bajo los escombros”.
Ergun fue al evento con su familia. Explicó que es estudiante en la Universidad de California, San Diego, y lloró cuando habló sobre el apoyo que ha brindado la comunidad turco-estadounidense en el campus en los últimos días.
Ali Kiran, presidente de la Casa de Turquía, dijo que se propusieron recaudar $200,000 para enviar a grupos de socorro sobre el terreno en Turquía. Al mediodía, Kiran dijo que habían recaudado más de $150,000 y que aumentarían la meta si la superaban tan pronto.
“Me dan ganas de llorar, así es como me siento”, dijo Kiran, hablando sobre la gran cantidad de apoyo en San Diego. “Estamos todos juntos. Todos somos uno. No importa en qué país naciste, ni la religión que rezas, ni la educación que recibiste, pero todos somos uno”.
Él dijo que donar es lo mejor que la gente puede hacer para ayudar en este momento, lo que hizo que Aleyna Pala se sintiera empoderada.
“Realmente significa mucho que podamos hacer tanto desde el otro lado del mundo y ayudar directamente a las personas necesitadas”, dijo Pala.
Para más información sobre los esfuerzos de socorro que está organizando la Casa de Turquía, da clic aquí.
