SAN DIEGO- Familiares y amigos recuerdan a Jayme Mejía, un músico sandieguino que perdió la vida por el COVID-19. A Mejía lo recuerdan como un hombre trabajador, dedicado a su esposa, y ocho hijos.
Ahora su familia exhorta a la comunidad a no bajar la guardia durante esta pandemia.
A sus 44 años de edad, Mejía con su banda “Jam Kwest” tocaba en diferentes sitios de San Diego, antes de perder la batalla contra el coronavirus.
Uno de sus hijos, Robert Mejía recordó los momentos cuando su padre participaba en eventos musicales como la feria en Del Mar, así como en el Parque Balboa, ofreciendo música en conmemoración al día de Bob Marley.
“Él era solo muy amoroso”, contó Robert Mejía sobre su padre. “Él siempre se aseguró de que todos los ocho de nosotros tuviéramos al mejor padre”.
Jayme Mejía trabajaba también en la construcción para apoyar a su familia, pero todo cambió hace un mes cuando dio positivo al COVID-19.
“Todo marchaba bien por unos nueve días hasta que su respiración fue muy pesada”, comentó Robert Mejía.
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El hijo mencionó que su padre dejó de depender de un respirador artificial y que pensó que estaría bien, pero de repente murió de un infarto.
Jayme Mejía padecía de diabetes y sus riñones dejaron de funcionar en el hospital.
“Él se despertó y le dijo a mi mamá que la amaba, por lo menos no murió conectado al respirador, pudimos hablar con él una última vez”, comentó el hijo.
Y el 11 de enero, Jayme Mejía dio su último suspiro.
Además de músico, Jayme Mejía era entrenador de basquetbol. Y ahora su familia busca el apoyo de la comunidad para solventar los gastos fúnebres, a través de una cuenta en GoFundMe.
