SAN DIEGO -La orden de quedarse en casa entró en vigencia este lunes por lo que decenas de negocios se verán forzados a mantener sus puertas cerradas por un mínimo de 3 semanas y algunos temen podría ser el golpe final para sus negocios.
“Es como el hachazo o daga final, o sobrevives o cierras", dijo Jaime Guzmán, dueño de Coronado Barbers, quien al no poder abrir su peluquería en Coronado, poda sus plantas en su hogar en lugar de cortar cabello.
“Son tres, cuatro familias que dependen de nuestro pequeño negocio", dijo Guzmán sobre sus preocupaciones.
Familias que al igual que Guzmán, están sin empleo ya que este este era su negocio familiar y único ingreso.
“Se viene la renta, el pago de la casa todos esos gastos se juntan, estamos con el hilito así que se puede cortar de un momento a otro", comentó.
Guzmán y su esposa son inmigrantes mexicanos, quienes han trabajado por 20 años en Coronado, y dijeron que ese negocio es lo que les da de comer a sus hijos Jaime, Alejandro, Diego y Sofia.
“Tienes la incertidumbre de que va a pasar con el trabajo, dinero salud de mi esposo", dijo Maggie Guzmán. “La salud de mi esposo es lo que me preocupa más que nada".
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"Tengo 2 años peleando con el cáncer y me ha regresado y el día 15 empiezo con radiación y quimioterapia", señaló Guzmán.
La familia mencionó que también acababan de gastar miles de dólares para operar fuera de sus instalaciones.
“Si esto se va a cerrar así, lo que deben hacer es mandar inspectores y ver que negocios no están con las regulaciones. Que se castigue al que no lo hace y que se vean los casos de donde surgen", señaló Guzmán.
El comerciante reconoció que se deben de reducir los casos de COVID-19, pero que vio la clausura como innecesaria.
“No importa que tan caído está el negocio, se levanta y aunque es importante para nosotros no es lo más importante es la familia y estar juntos", comentó Maggie Guzmán.
