San Diego

Personas de la tercera edad narran su vida bajo cuarentena

Personal médico de la residencia de ancianos, St. Paul’s en San Diego, logró adaptarse y mantuvo el brote lejos de las instalaciones.

Telemundo

BANKERS HILL – Las arrugas, las canas y una ligera sordera no le quitan a Buenaventura Sacasas la sonrisa, ni el sarcasmo en medio de la pandemia del COVID-19.

“Estoy bien aquí con esa íbamos, y con esta como se llama, bueno”, comentó Sacasas.

Él mencionó que el tapabocas, le estorba y pregunta si puede quitárselo, pero su cuidadora le responde que no.

Su seguridad en sí mismo lo caracteriza, ya que dijo que vive su vida confiando en su buena suerte, como el significado de su propio nombre, Buenaventura.

Él aseguró: “no tengo miedo”.

Y es que a pesar de las circunstancias, los adultos mayores de la residencia St. Paul’s en San Diego dijeron estar en paz con esta etapa de su vida.

“Es que acepto la situación y eso ayuda mucho porque sé que todo lo que pasa aquí es por nuestro bien que nos cuidan mucho, pandemia o no pandemia ellos nos cuidan mucho”, comentó Mercedes López, ex cantante de ópera y residente de St. Paul’s. 

Una vida que López dijo que la llevó por muchos caminos.

“En mi juventud era modelo, cantante toda mi vida desde mi niñez. Cantante profesional de ópera, cantando en italiano francés español inglés… Tengo mis recuerdos, pero eso fue en mi juventud”, mencionó López.

Su pelo blanco delató sus años, pero Telemundo 20 le pidió revivir los recuerdos de su juventud, y así comenzó a cantar ópera con una delicadeza que invitó a residentes a escuchar desde los balcones.

“Los familiares son los que se han impactado más por el hecho de que quieren venir y no pueden. Tenemos medios de que pueden venir y pueden verlos, pero no es lo mismo poder abrazarlos”, dijo Esabel Cano, trabajadora social en St. Paul’s Senior Services.

Éstas son algunas de las recomendaciones para conservar una buena salud mental frente a la crisis de coronavirus.

El centro tuvo que adaptar las visitas a la tecnología, o saludos desde la distancia con un balcón que los separa. Lo cual fue una situación que entristeció a los más vulnerables, como la señora Irene.

Pero el personal médico de la residencia de ancianos logró adaptarse y mantuvo el brote lejos de las instalaciones.

María Guadalupe Pérez, una enfermera en el centro de St. Paul’s Senior Services, suspiró al contar que: “es como si fuera familia los ayudamos día a día a sobresalir, unos están muy activos otros no tanto, pero los ayudamos”.

Y la ayuda fue notoria en la actitud de los residentes.

“Es una experiencia lo que no esperábamos, pero ahí la estamos llevando con paciencia. La estamos llevando muy bien. Y nos estamos cuidando mucho aquí. Y estoy feliz, estoy muy tranquila”, expresó López.

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