SAN DIEGO- Alrededor de 100 personas se reunieron en el parque Balboa en Bankers Hill este martes, para continuar con las demostraciones a nivel nacional en contra de la brutalidad policiaca, más de una semana después de la muerte bajo custodia de George Floyd.
El grupo pacífico estaba en una fila a lo largo de 6th Street en Laurel Avenue con carteles hacia los automóviles mientras pasaban a toda velocidad. Varios conductores tocaron la bocina en apoyo, enviando una ola de vítores a través de la multitud.
Alrededor de las 2 p.m., la protesta comenzó a moverse. Los manifestantes por 6th Avenue, escoltados por dos motocicletas de la policía en el frente y varios vehículos de patrulla detrás mientras se dirigían a 15th Street y Market Street.
En el camino, los conductores tocaron la bocina en señal de apoyo mientras la multitud gritaba “Sin justicia, sin paz”, y “No puedo respirar”, frases escuchadas en protestas similares en todo el país entre personas indignadas por la muerte de George Floyd, un hombre negro que suplicó por aire durante varios minutos cuando un oficial anglosajón presionó su rodilla contra su cuello. Su muerte en Memorial Day provocó una semana de protestas en todo el país llamando a la acción contra los oficiales en el lugar cuando murió. Hasta ahora, uno de los cuatro ha sido acusado.
El grupo, que había crecido hasta varios cientos, terminó su marcha en el edificio de administración del Condado de San Diego a lo largo del embarcadero, donde los manifestantes escucharon mientras los oradores uno a uno subían a la parte superior de los pasos para compartir sus razones para marchar.
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Un grupo luego viajó por las calles del centro de San Diego y llegó hasta el Centro Cívico de San Diego alrededor de las 6:30 p.m. quienes decían "Black Lives Matter".
Un grupo que se quedó en el edificio de la administración del condado comenzó a preguntar a los agentes en guardia si se arrodillaban con ellos.
La manifestación fue la tercer en tres días en el centro de San Diego. Las manifestaciones del domingo, y el lunes se mantuvieron pacíficas, pero al caer la noche comenzaron los disturbios entre algunos miembros de la multitud rebelde. Ambas noches, la policía de San Diego emitió una “orden de reunión ilegal” una vez que algunos comenzaron a arrojar piedras, botellas de agua y vidrio a los oficiales. Los que no se dispersaron se encontraron con balas de goma, gases lacrimógenos, y bolas de pimienta.
En total, 97 personas fueron arrestadas el domingo, y 17 personas fueron arrestadas el lunes. El jefe del Departamento de Policía de San Diego, David Nisleit dijo que aproximadamente una cuarta parte de los arrestados del domingo no eran del área de San Diego.
