La llegada de la caravana de migrantes proveniente de Centroamérica trajo los ojos del mundo a la frontera de Tijuana con San Diego. Y en menos de un mes se cumplen dos años desde que TELEMUNDO 20 viajó a la frontera de México con Guatemala para seguir los pasos a quienes se dirigían a Tijuana.
Pero, ¿qué ha pasado con esos migrantes? ¿Lograron el sueño americano? TELEMUNDO 20 habló con uno de los migrantes de la carvana, quien relató cómo ha vivido desde entonces.
Erik no olvida aquel noviembre del 2018 cuando se unió a la caravana migrante centroamericana. En ese entonces, en cada paso que daba, su madre estaba en su mente.
Estaba huyendo de Honduras por la extrema pobreza, pero más que nada, por el temor a que le quitaran la vida.
“Aunque nosotros vayamos sufriendo, yo sé que Dios nos va a dar la fuerza para seguir adelante”, comentó Erik, un migrante, quien dijo que estuvo en Veracruz y Tuxtla Gutiérrez.
En su recorrido captado en exclusiva por TELEMUNDO 20, Erik contó al caminar por Chiapas, que en Honduras se dedicaba a la prostitución y que fue amenazado de muerte por ser homosexual.
“Uno prefiere prostituirse que hacerle maldad a las personas”, expresó.
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Fueron incontables horas las que caminó junto a cientos de otros centroamericanos. La mayoría soñaba con llegar a Tijuana para pedir asilo político en Estados Unidos.
Al llegar a la frontera, Erik dejó huella, ya que fue parte del primer grupo que llegó a Tijuana en autobús. Y también, él y quien en ese entonces era su pareja, fueron de los primeros migrantes en contraer matrimonio antes de solicitar asilo.
Un boleto con un número escrito a mano para él era una señal de esperanza. Con este esperaba con ansias su turno para poder hablar con un agente de inmigración, pero al obtener esa cita ya no se supo de él.
“Me detuvieron en Estados Unidos”, dijo.
Y ahora por medio de una videollamada Erik contó que fue detenido mientras resolvían su caso.
“Primero me llevaron a un centro de Los Ángeles y luego me llevaron para Alabama”, señaló.
Una situación que TELEMUNDO 20 no ha podido comprobar con ICE.
Pero el migrante contó que por ese motivo él y su pareja fueron separados y jamás han vuelto a hablar. Él dijo que semanas después, su solicitud de asilo fue negada, así que regresó a Honduras, pero dijo que las amenazas contra su vida continuaron el mismo día que llegó, por lo que huyó al sur de México.
“Ahorita estoy aquí en Tapachula, Chiapas”, apuntó.
Por los últimos meses ha estado alquilando una habitación por 800 pesos al mes. Y dijo que no regresaría a Honduras por miedo a su vida.
Él dijo que por un tiempo trabajó en una tienda de ropa, pero que su sueldo apenas le alcanzaba para sobrevivir, así que regresó a lo que él llama el mundo fácil.
“Ahorita aquí en Tapachula me he estado dedicando a la prostitución”, dijo.
Él incluso dijo que gana 700 pesos por noche.
“Me voy al parque central de aquí para prostituirme ahí”, comentó.
Y con el dinero que gana espera emprender un nuevo viaje, muy similar al que vivió en aquel 2018 con la caravana, pero en esta ocasión la meta no es la misma. Y es que ahora cambió el sueño americano por el mexicano. Su meta es vivir en Tijuana.
“Me enamoré de Tijuana. Me gustó mucho”, dijo.
Erik incluso ya tiene su maleta lista.
Él espera llegar a esta frontera con la ayuda de aventones en la carretera, aunque tarde meses en llegar y una vez en Tijuana planea regresar a la escuela.
“Quiero estudiar porque lo que yo quiero es ser doctor”, dijo.
Erik, de 25 años, está viviendo en México como indocumentado. Y otro de sus planes es poner en regla su situación migratoria y al hacer de Baja California su nueva casa, no tener que vivir en las sombras.
