CHULA VISTA- El panorama del tramo de negocios sobre la avenida tercera en Chula Vista pinta como un viaje al pasado no tan lejano de cuando la gente podía comer en los patios de los restaurantes o de manera limitada dentro de algunos.
"Es como un milagro de Navidad por que ahora si podemos trabajar y tener un poco de dinero para la Navidad y para las festividades", dijo Oscar Negrete un asistente de mesero de Tavern at the Vogue cuyas horas de trabajo fueron recortadas drásticamente luego del cierre ejecutado por el estado.
Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos, el mandato del juez Joel Wohlfeil que dio luz verde a los restaurantes puede ser puesto en revés, pues el estado ya emitió una apelación que siembra incertidumbre para estos negocios.
"Es difícil planear si vamos a trabajar o no, si comprar los ingredientes para la próxima semana, nos tienen en limbo pues", señaló Negrete.
En una entrevista dada por supervisor Nathan Fletcher jueves, el se mostró evidentemente inconforme con el fallo del juez, dijo que el magistrado asumió el papel de oficial de salud, de médico y de legislador sin dar explicación de cuan amplia fue su decisión. Por ende, el condado se ve obligado a no suspender las actividades de estos establecimientos.
De volver a tener que cerrar de nuevo, el gerente Ray Guerrero de la cantina The Gentle Penguin dice que tendría que hablar con el dueño para ver si obedecerán o no.
Local
El condado programó una sesión a puerta cerrada para viernes para determinar que pasos van a tomar próximamente.
