TIJUANA- La muerte de una mujer mientras esperaba cruzar de Tijuana hacia Estados Unidos, el pasado domingo, por la línea normal de la garita de San Ysidro, conmocionó a la población, y sobre todo los conductores que se encontraban haciendo fila en la frontera.
La mujer de 87 años de edad, que fue reportada sin vida a las 12:20 p.m. de acuerdo a la secretaria de seguridad pública municipal, recibió el apoyo de la policía turística para lograr sacar el auto en el que se trasladaba la víctima junto a sus hijas de la fila normal en la garita, por el pase médico hasta el acotamiento del llamado Puente México, sitio al que llegó la carroza para recoger el cuerpo.
Una situación que dijo Arturo González, alcalde de Tijuana, aunque saben fue a consecuencia de un paro cardíaco, lamentaban se sumará al caos experimentado durante los últimos dos días en la frontera.
El alcalde de la ciudad, dijo que el ataque al corazón que sufrió esta mujer le pudo pasar a cualquiera de las personas que esperaron hasta 10 horas para cruzar de Tijuana al condado de San Diego, de ahí su preocupación ante las largas filas que se registraron.
El primer edil aseguró que hay conversaciones con las autoridades de Estados Unidos al respecto, sin embargo, señaló ser un tema difícil porque es una decisión federal de otro gobierno.
“Cada vez las filas son más largas, hay menos puertas abiertas, hay más revisión y eso nos está preocupando y platicamos con ellos seguido este tema, pero son instrucciones que vienen de Washington y que ellos tienen que seguir”, dijo el alcalde de Tijuana.
A pesar de esto, el alcalde dijo tener comunicación permanente con el gobierno de Estados Unidos para tratar de controlar los tiempos de espera en el cruce al condado de San Diego en medio de esta pandemia, así como el tráfico que generan estas líneas y las afectaciones que tienen en la movilidad de miles de personas en la ciudad.
El equipo de TELEMUNDO 20 quien estuvo en el lugar cuando falleció está mujer, habló con una de sus hijas quien aseguró estaban muy afectadas por lo sucedido y ante la difícil situación tuvieron que ser apoyadas por una unidad de la policía municipal para ir a una funeraria y traer una carroza a las inmediaciones de la garita más transitada del noroeste.
