Tijuana

“Refugio” musical en el campamento migrante

Niños migrantes aprenden a tocar el violٕín en El Chaparral

Telemundo

TIJUANA - Hay quienes piensan que la música es también  una terapia para el alma  y es que además de ser una disciplina artística, para los niños migrantes, tocar un instrumento  puede ser un refugio y un escape de una realidad que  viven día a día en el campamento del chaparral en Tijuana. 

Yeimi, migrante de Honduras, recuerda que hace unas semanas fue testigo de una demostración artística de un cuarteto de cuerdas que acudió al campamento.  Desde ahí quedó fascinada con la música y la sorpresa le llegó casi de inmediato.

“Y me acerco para ver cómo lo tocan y me dice que sí me gustaría tocar el violín y yo le dije que sí ....Y al día siguiente me lo regalaron", dijo Yeimi a TELEMUNDO 20. Fue así como obtuvo su primer instrumento musical. Un regalo que ha cambiado los días de Yeimi en el chaparral.

“Yo me siento bien tocando y me siento bien porque el maestro me enseñó y ya puedo hacer la estrellita”, comentó entusiasmada Yeimi de 10 años de edad.

Esto es gracias a una labor que lleva a cabo el maestro Ron Wakefield. Originario de California, el profesor lleva décadas dedicado a la música y decidió comenzar a impartir clases en esta pequeña orquesta de niñas migrantes.

 “Yo enseñé música en California en escuela pública por 30 años y yo vi a los inmigrantes..  muchos niños inmigrantes tienen muchos problemas…Creo que todos los niños pueden tocar música sólo necesitan un poco de paciencia especialmente de los maestros", dijo Ron Wakefield quien lleva su vocación de servicio hasta el campamento de la frontera, apoyado por jóvenes como América Lara, que han desarrollado su talento musical en la Orquesta Guadalupana que Ron dirige en Tijuana.

 “Se puedan desahogar… A mí me emociona mucho es muy bonito para mí es muy bonito porque cuando estoy dando la clase los veo reírse o sea apenas mucho cuando se equivocan y es bonito alentarlos a seguir", dijo América,

Una labor que agradecen los padres de familia, pues lo ven como un escape de la realidad de la que huyen de sus países y  que hoy viven a diario en el campamento migrante.

 “Ellos se divagan ahí aprendiendo….Porque ellas aprenden más y le damos gracias a Dios primero porque él es el que motiva a veces a las personas para que puedan venir a enseñarles que tengan la paciencia para enseñarles a ellos”, comentó Leslie Mamá de  de una de las estudiantes. Incluso en sus ratos libres, las niñas siguen practicando para desarrollar así su  talento musical en el chaparral.

Hoy concluyó su primera semana de clases  de violín, un regalo inesperado que les alegra el día. Evelyn, originaria de Guerrero, dice sentirse agradecida con esta oportunidad de aprender a tocar.

 “Y me dieron este regalo y pues tanto lo quería esto y yo le doy gracias a Dios que me lo ha dado porque me tiene aquí con vida y Y yo le quiero pedir que nos cuide que estamos aquí en el campamento”, señaló Evelyn.

Dicen que la música trasciende fronteras y hoy, tocando sus primeras notas,  estas pequeñas disfrutan en plena calle, de este refugio musical en El Chaparral.

  Yeimi, migrante de Honduras, recuerda que hace unas semanas fue testigo de una demostración artística de un cuarteto de cuerdas que acudió al campamento.  Desde ahí quedó fascinada con la música y la sorpresa le llegó casi de inmediato.

 “Y me acerco para ver cómo lo tocan y me dice que sí me gustaría tocar el violín y yo le dije que sí ....Y al día siguiente me lo regalaron….” Dijo Yeimi a Telemundo 20. Fue así como obtuvo su primer instrumento musical. Un regalo que ha cambiado los días de Yeimi en el campamento de migrantes en la frontera entre San Diego y Tijuana.

“Yo me siento bien tocando y me siento bien porque el maestro me enseñó y ya puedo hacer la estrellita”, comentó entusiasmada Yeimi de 10 años de edad.

Esto es gracias a una labor que lleva a cabo el maestro Ron Wakefield. Originario de California, el profesor lleva décadas dedicado a la música y decidió comenzar a impartir clases en esta pequeña orquesta de niñas migrantes.

 “Yo enseñé música en California en escuela pública por 30 años y yo vi a los inmigrantes..  muchos niños inmigrantes tienen muchos problemas…Creo que todos los niños pueden tocar música sólo necesitan un poco de paciencia especialmente de los maestros” Ron Wakefield quien lleva su vocación de servicio hasta el campamento de la frontera, apoyado por jóvenes como América Lara, que han desarrollado su talento musical en la Orquesta Guadalupana que Ron dirige en Tijuana.

 “Se puedan desahogar… A mí me emociona mucho es muy bonito para mí es muy bonito porque cuando estoy dando la clase los veo reírse o sea apenas mucho cuando se equivocan y es bonito alentarlos a seguir", dijo América,

Una labor que agradecen los padres de familia, pues lo ven como un escape de la realidad de la que huyen de sus países y  que hoy viven a diario en el campamento migrante.

 “Ellos se divagan ahí aprendiendo….Porque ellas aprenden más y le damos gracias a Dios primero porque él es el que motiva a veces a las personas para que puedan venir a enseñarles que tengan la paciencia para enseñarles a ellos”, comentó Leslie Mamá de  de una de las estudiantes. Incluso en sus ratos libres, las niñas siguen practicando para desarrollar así su  talento musical en El Chaparral.

Hoy concluyó su primera semana de clases  de violín, un regalo inesperado que les alegra el día. Evelyn, originaria de Guerrero, dice sentirse agradecida con esta oportunidad de aprender a tocar.

 “Y me dieron este regalo y pues tanto lo quería esto y yo le doy gracias a Dios que me lo ha dado porque me tiene aquí con vida y Y yo le quiero pedir que nos cuide que estamos aquí en el campamento”, señaló Evelyn.

Dicen que la música trasciende fronteras y hoy, tocando sus primeras notas,  estas pequeñas disfrutan en plena calle, de este refugio musical en el campamento de migrantes fronterizo.

Contáctanos