TIJUANA- Fue un abrupto despertar al interior de la penitenciaría de La Mesa en Tijuana.
Una intensa movilización se registró poco antes de las 6 a.m., cuando una riña entre los internos provocó lo que las autoridades describieron como un conato de disturbio.
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De inmediato se emitió la alerta de seguridad, por lo que todos los accesos al penal fueron bloqueados por las diferentes corporaciones policiacas.
“A mí me mandaron un mensaje nada más, que había un motín en “La Peni” y es todo, de ahí no sé nada”, dijo a TELEMUNDO 20, Miriam Ramírez, familiar de un interno que llegó desde muy temprano al penal para conocer de primera mano la situación que se vivía.
Pues elementos de Sedena, Guardia Nacional, Fuerza Estatal de seguridad ciudadana y agentes de la policía municipal, permanecían desplegados en todo el perímetro. El lugar estaba acordonado por completo.
“Por si fuera necesario cualquier tipo de apoyo a la periferia, en todo momento estuvo bajo control, se frustró cualquier evolución o mutación del fenómeno en el interior del sistema penitenciario”, afirmó Ricardo Carpio, fiscal general del estado.
De acuerdo con el fiscal, el traslado de internos de un punto a otro dentro del mismo penal, causó la inconformidad que provocó la riña, donde dos custodios de la penitenciaría fueron lesionados al momento de querer contener la situación. Mismos que fueron trasladados a un hospital para recibir atención médica por los golpes que recibieron.
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Afortunadamente sin poner en riesgo su vida.
De acuerdo con la comisionada estatal del Sistema Penitenciario, María Elena Andrade, todo comenzó con un grupo de seis internos del penal.
“Quiero aclarar que fue una riña, un conato de riña, entre 6 privados de la libertad. No refieren ninguna inconformidad respecto a la falta de una atención o servicio. Le dimos vista a derechos humanos, ahorita se encuentran en el interior, estuvimos recorriendo celdas, se dialogó con las personas porque la mayoría participó en apoyo”, manifestó la comisionada.
Y es que esta no es la primera vez que sucede. Hace un par de meses se registró otro intento de motín por lo que familiares de los internos llegaron desde muy temprano al penal para saber qué es lo que realmente sucedía al interior.
“Estoy muy preocupada por mi hija. Todos los problemas y lo que hay adentro, el peligro que tienen ahí”, dijo Alejandra Santana, madre de interna de la penitenciaría.
Para los familiares la incertidumbre prevalecía. Sobre todo al ver el fuerte dispositivo de seguridad.
“Pues dije yo, no pues si ha de estar pesado el motín para estar tanto gobierno. Uno como padres quisiera uno poder entrar y ver qué es lo que está pasando ahí en realidad. Y aquí estamos y no nos queremos mover hasta que no nos den información de algo de qué pasó”, afirmó María Guadalupe Galindo, madre de interno.
Cerca de las 9 a.m. los accesos a la vialidad fueron abiertos nuevamente y la normalidad poco a poco regresaba, según relata Yahaira, quien acudió a la penitenciaría este miércoles.
“Que ya todo estaba bien Gracias a Dios, que ya estaba bien y pues nada más esperando que metan el material”, dijo.
Personal de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), ingresó al penal.
De acuerdo con la comisión, los internos manifestaron una inconformidad con la falta de medicamentos, atención médica y alimentación. Quejas que han estado presentes y por las cuales la CEDH, tiene abierto un expediente.
Actualmente el penal de la mesa tiene una población de unos 4,000 internos. Los traslados a otros centros penitenciarios como “El Hongo” y en algunos casos a penales federales seguirán hasta reducir el hacinamiento de este centro de reinserción, donde su capacidad está rebasada, destacó la comisionada estatal del Sistema Penitenciario.
“Nuestra meta es lograr el objetivo de dejarlo en 2800, que es la capacidad para este centro penitenciario”, agregó Andrade.
En la actual administración estatal, se han trasladado más de 2,000 internos hacia el centro penitenciario de “El Hongo”, para intentar reducir el hacinamiento que aqueja al penal de La Mesa, o incluso traslados de internos de alto perfil criminológico hacia diferentes centros penitenciarios federales.
