SAN DIEGO- Llegó el día tan esperado, San Diego pasó a la fase amarilla, que trata de la fase con menores de restricciones en cuanto a la semaforización de coronavirus en California.
El condado logró llegar al nivel menos restrictivo, ya que de acuerdo a las autoridades de salud pública locales, se han administrado más de 2 millones de vacunas contra el COVID-19.
Y uno de los sectores más felices son los empresarios quienes sufrieron un sinfín de estragos a causa del virus. Y los restaurantes sin duda, son de los que han sufrido el mayor impacto durante la pandemia, tal como Casa Castillo en Point Loma, para quienes pasar a la fase amarilla no significa un cambio de color, si no la llave que les abre una puerta que la pandemia casi cerró.
“Llegó varias ocasiones que dijimos, vamos a tener que vender el lugar, ya no tenemos otra opción”, comentó Juan Antúnez, uno de los dueños, ya que hace un año y medio invirtieron todos sus ahorros en este restaurante.
Y será hasta este miércoles, que podrán empezar a ver ingresos, ya que al pasar a la fase amarilla en San Diego, los restaurantes pueden recibir al 50% de sus clientes, y 75% si todos los clientes muestran una prueba negativa de COVID-19 o que están completamente vacunados.
Otros negocios podrán incrementar su capacidad como, viñedos y cervecerías al 50%, bares que no sirvan alimentos al 25%, mientras que gimnasios, centros de entretenimiento y cines al 50%, y museos sin limites.