El siguiente contenido ha sido creado en colaboración SBCS. Este contenido no representa las opiniones del equipo editorial de Telemundo San Diego. Haz clic aquí para conocer más sobre SBCS.
Para las víctimas de violencia doméstica, las experiencias traumáticas a menudo tienen impactos significativos y duraderos en su bienestar. Sin embargo, mientras que los horrores del abuso son evidentes entre sus principales víctimas, los niños que son testigos de abuso en el hogar también se ven severamente afectados, a veces incluso de maneras más profundas que sus padres.
La violencia doméstica es un tema incómodo y tabú en muchos hogares estadounidenses. Pero con un estimado de 10 millones de personas afectadas anualmente por esta desafortunada circunstancia—un número que se multiplica cuando se toman en cuenta a las víctimas silenciosas, como los niños—algunos deciden hacer algo frente a estas estadísticas.
Hay muchas maneras en que la exposición a la violencia doméstica puede afectar a los niños, desde la ansiedad y comportamientos agresivos hasta la depresión y más. Afortunadamente, hay recursos disponibles de organizaciones que se han comprometido fielmente a su misión de romper este ciclo de violencia. Fue por esa razón que se creó Mi Escuelita, una escuela preescolar terapéutica de SBCS con solo una meta en mente: brindarle esperanza y apoyo a los niños afectados por esta dolorosa realidad.
Desde 2006, Mi Escuelita ha apoyado a familias afectadas por circunstancias difíciles, como violencia doméstica y abuso. La escuela preescolar a tiempo completo, donde muchos de sus estudiantes son referidos a través de servicios de bienestar infantil, policías y otros programas, se ofrece de forma gratuita a familias necesitadas. Debido a que más del 50 porciento de sus estudiantes reportan que el español es su idioma principal, la escuela también tiene un personal completamente bilingüe que puede enseñar planes de estudio en dos idiomas.
El objetivo de SBCS es apoyar a estos niños traumatizados y ayudarlos a sanar, al tiempo que los encamina hacia el éxito en sus carreras académicas a través de Mi Escuelita.
Joshua, un niño adoptivo de cinco años, es uno de los muchos niños que han sufrido una crianza marcada por la violencia. Él fue retirado de su hogar después de sufrir varios abusos cuando era bebé y vivió en ocho casas de acogida antes de que Mi Escuelita se presentó como un recurso para ayudarlo.
Con una asistencia escolar muy baja y poco interés en aprender, Joshua supuestamente les decía a los maestros: "No estaré aquí mucho tiempo, 'me gradúo' de todas las escuelas a las que voy".
Con su capacitación especializada de trabajar con niños de violencia doméstica, los terapeutas y maestros de Mi Escuelita alentaron a Joshua en cada paso de su camino, lo que inspiró un nuevo interés en el aprendizaje y un mejoramiento espectacular en su participación en clase y en la socialización con otros niños de su edad.
Según la Agencia de Salud y Servicios Humanos del Condado de San Diego, el 60 por ciento de los niños que entraron en hogares de acogida en el condado de San Diego tenían 5 años o menos, lo que subraya la necesidad crítica de servicios educativos especializados para niños pequeños en situaciones como la de Joshua.
El 100 porciento de los estudiantes de Mi Escuelita han mostrado alguna forma de mejoramiento conductual y académico durante su tiempo en la escuela, ampliando no solo el impacto y éxito de Mi Escuelita, sino también la necesidad de programas comunitarios, organizaciones sin fines de lucro y programas locales que prioricen a la comunidad y eleven a los miembros más vulnerables de la sociedad para un mejor mañana.
Para obtener más información sobre cómo puedes ayudar a niños como Joshua, a Mi Escuelita u otros programas de SBCS que están fortaleciendo la comunidad, haz clic aquí para visitar su sitio web y descubrir más hoy.
