SAN DIEGO -- “Todavía estamos doliendo pero con los amigos que tenemos aquí en San Diego siempre hay alegría pero también dolor en el corazón”, dijo Frank Quiñones y su esposa quienes forman parte de los 22,000 sobrevivientes que asistieron al concierto Route 91 en Las Vegas el primero de Octubre del 2017.
En un área exclusiva entre las gradas se encontraba Quiñones, su esposa y un grupo de amigos.
“En uno de los videos me puedo oír gritándole a mi amigo que venga y en ese momento se le cayó el teléfono de la mano por que le cayó una bala”, cuenta Quiñones.
Al regresar a San Diego, Quiñones y su esposa se unieron a un grupo de ayuda para sobrevivientes donde recibieron terapia y conectaron con otros que vivieron lo mismo.
“Nosotros nos vemos 2, 3, 4 veces al mes, invitamos a todas las familias especialmente ahorita con el Covid que no podemos salir a hacer cosas”.
Así es como conoció a Erin y Dave Powell, un matrimonio que también vivió en carne propia la pesadilla. Ella cuenta que no pudieron correr del peligro, permanecieron agachados, pues ese fue su único refugio de la lluvia de balas.
Sin embargo, aunque asegura que ella y su esposo ya superaron muchos traumas dejados por los estruendos, cree que otros aún necesitan ayuda. Dice que la tragedia le ayudó en cierta manera a prepararse para la pandemia, afirma que en tiempos como estos es importante apoyar a otros con llamadas y mensajes de aliento.
Local
El número de los fallecidos creció a 60, se anunció que Kimberly Gervais de 57 años de edad de Mira Loma, California y Samanta Arjune de 49 de Las Vegas fallecieron en los últimos dos años a raíz de complicaciones que experimentaron tras la masacre realizada por Stephen Paddock quien hasta el momento se desconoce por que perpetró el ataque.
En cuanto a respuestas por lo sucedido, Quiñones no la exige, “Lo que el hizo a mi no me importa, a mi me importa la familia de los 58 [la de] los 22,000 que estaban allí, la comunidad de Las Vegas y las familias”.
El grupo de San Diego se reunió la noche de jueves en una cena y en un baile. Aún durante la pandemia buscan la manera de verse de manera segura para seguir apoyándose y para sanar.
