SAN DIEGO— Una solicitante de asilo de El Salvador dijo que los guardias del centro de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Otay Mesa fueron responsables de que sufriera un aborto después que ignoraran sus súplicas de ayuda médica en enero 2018.
Las acusaciones se detallan en una nueva demanda presentada contra el gobierno federal y el contratista privado CoreCivic, que dirige el centro de detención en Otay Mesa.
Rubia Morales dijo a las autoridades de inmigración que estaba embarazada mientras buscaba asilo en la frontera de Estados Unidos / México en San Diego en diciembre de 2017. A pesar de esto, la demanda de Morales afirma que los guardias dentro del centro de inmigración de Otay Mesa la colocaron en una "celda fría" sin la adecuada comida, o una manta para mantenerse caliente, o el ejercicio necesario para una mujer embarazada.
Días después Morales dijo que comenzó a sangrar y tener contracciones. Fue entonces que notificó a los guardias, pero decidieron ignorarla, dijo. Cuando una enfermera acudió a su celda, Morales dijo que ella solo checó con un monitor el corazón del bebé sin embargo no realizó un examen médico.
Continuó sangrando por cinco días más y finalmente se desmayó en la fila de comida en el centro. Fue entonces que las enfermeras le dijeron que el bebé podría haber salvado si hubiera recibido cuidado médico dijo.
Su abogado Joy Bertrand dijo que Morales es una de las miles de mujeres embarazadas detenidas en centros de ICE alrededor Estados Unidos cuando la administración de Donald Trump implementó una política de encarcelar mujeres que estaban embarazadas en el primer y segundo trimestre. Anteriormente solo las mujeres que representaban un peligro para la seguridad pública podían permanecer bajo custodia.
De acuerdo con las cifras obtenidas por nuestra cadena hermana NBC 7 Investigates proporcionadas por el Departamento de Seguridad Nacional, el número de mujeres embarazadas detenidas en el centro de Otay Mesa aumentaron en 2017 de 22 en 2015 a 70 en 2017 y 46 en 2018.
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Sin embargo, los documentos no muestran si los embarazos llegaron a término.
“Morales no es la única mujer que ha sufrido un aborto en ese centro. Muestra que esto no fue un caso de incompetencia”, dijo Bertrand.
Expertos médicos creen que mantener a las mujeres embarazadas bajo custodia podría aumentar las posibilidades de sufrir un aborto.
"La instalación tendría que tener atención prenatal regular", dice Kayti Buehler, partera licenciada.
