SAN DIEGO- La Universidad de San Diego (USD) publicó un informe que destacó los beneficios económicos de la región de California-Baja California.
Publicado por el Centro de Negocio Internacional USD Ahlers, el informe se enfocó en California y Baja California como la zona económica integrada más grande a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México.
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Con su proyecto regional de ingreso bruto interno de casi $250 mil millones, “CaliBaja alberga diversas industrias, incluidas algunas con poderosas capacidades de fabricación que impulsan la actividad económica transfronteriza y crean empleos tanto en Estados Unidos como en México”, señaló el informe.
“Cuáles son las fortalezas de esta región binacional en cuanto a ciertas industrias”, dijo David Shirk, profesor de ciencias políticas de USD.
Con ese objetivo, la Universidad de San Diego (USD) estudió las dinámicas y procesos de producción en la región que denominan Cali-Baja.
Una zona económica binacional compuesta por los condados de San Diego e Imperial en el lado norte y Mexicali, Tijuana, Rosarito, Ensenada, San Quintín y Tecate en Baja California.
“Algo que vimos durante la pandemia es que ciertas industrias, como la turística son bien vulnerables a este tipo de choques. Entonces es aún más importante que tengamos industrias sustentables, con capacidad de adaptarse”, agregó Shirk.
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Según el estudio, las fortalezas productivas de la región yacen en industrias manufactureras y, de información, científica y servicios técnicos. Las cuales sufrieron menos pérdidas de empleos durante la pandemia, si las comparamos con las de entretenimiento, recreación y servicios de alimentos.
“Son industrias que tienen más potencial de producción que el promedio de los dos países”, dijo Shirk. “Si hay una concentración de trabajadores en cierto sector, eso quiere decir que su potencial de producción y exportación es mayor en esas industrias”.
En el 2018, según el reporte, Tijuana tenía 41 industrias, incluyendo 27 de manufacturación, las cuales estaban por encima del promedio de concentración de trabajadores.
“La potencia que tenemos en esta región en el sector manufacturero no se puede descartar”, dijo Shirk.
Menos aún durante una inflación económica profundizada por las irrupciones en las cadenas de suministros, a raíz de la globalización de producción de bienes.
“Es un mundo de producción más frágil del que habíamos pensado”, comentó Shirk.
Y es en circunstancias económicas y comerciales globales como la que vivimos en este periodo posterior a la pandemia, que investigaciones como ésta, según Shirk, muestran las fortalezas productivas de la región binacional, la cual invita a la inversión y exportación.
Los puntos clave del informe incluyen:
- Se otorgaron un total de 30,932 títulos de educación superior en el condado de San Diego y 18,800 en Baja California en 2018, con 32% y 38% otorgados en las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, respectivamente
- Las fortalezas manufactureras de la región ayudaron a CaliBaja a capear la pandemia de COVID-19, con menos pérdidas de empleo en sectores como información y manufactura
- La región tiene una sólida base manufacturera en comparación con otras partes de Estados Unidos y México, particularmente en la fabricación de dispositivos médicos y audiovisuales
- La economía de Cali-Baja ha sido popular entre los inversionistas externos, con Baja California atrayendo más de mil millones de dólares al año en inversión extranjera directa y $2 mil millones en capital de riesgo en San Diego en 2020 y 2021, principalmente en los campos de ciencias de la vida
- Infraestructura mejorada, como el puerto de entrada Otay Mesa Este para camiones y vehículos comerciales, creando empleos y promoviendo la inversión para ambas naciones.
USD colaboró con la Universidad Autónoma de Baja California y el Colegio de la Frontera Norte en el informe, y también se asoció con la Cámara de Comercio Regional de San Diego en la investigación de políticas.
El reporte concluyó que es necesario mejorar la infraestructura para crear más trabajos y fomentar la inversión en ambos países. Para eso, es pertinente invertir en la construcción del puerto de entrada Otay Mesa East para incrementar el cruce de camiones y vehículos comerciales.
