La Iglesia Católica Evangélica St. John fue vandalizada con grafiti que atacaba a un trabajador.
Aaron Bianco, un asociado pastoral, regresó a la iglesia el lunes y vio insultos que eran anti-gay pintados en la pared de una oficina.
“Tuve que tomar un momento y respirar”, dijo Bianco. “Solo pensar que la gente está llena de tanto odio”.
Un letrero enfrente de la iglesia dice que se le extiende la bienvenida a todos, sin embargo, no todos están de acuerdo con ese mensaje.
Bianco, un hombre homosexual, dijo que ha sido atacado con mensajes de odio más veces que puede contar durante sus dos años trabajando con la iglesia.
Tiene un folder lleno de mensajes que han sido enviados a la iglesia o dejados en su auto.
También ha sido incluido en artículos editoriales que dicen que él y Roberto McElroy, un obispo, están corrompiendo la iglesia.
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“Jesús siempre fue acogedor y aunque creas que alguien es pecador, Jesús aún estuvo con ellos, comiendo con ellos y teniendo una conversación con ellos. Nunca había odio”, dijo Bianco.
Dijo que ha habido nuevos ataques después de que salió el reporte de Pennsylvania detallando los cargos de abuso sexual por parte de los sacerdotes.
Esta reciente amenaza es la primera vez que alguien ha violado su espacio dentro de la iglesia. Bianco dijo que le han quitado toda la seguridad que en algún punto sintió.
“Fue la primera vez que pensé, ‘¿De veras quiero continuar haciendo esto?’” dijo Bianco.
Sin embargo, desde entonces, ha decidido que no le va dar ese poder a los vándalos y que continuará trabajando con la iglesia.
Mientras la policía investiga el incidente, está revisando video de vigilancia para ver si la cámara capturó a los sospechosos.
La iglesia también ha instalado más cámaras.
