TIJUANA- Este lunes un veterano deportado más, logró cruzar la frontera desde Tijuana hacia San Diego.
Luis Fonseca de 65 años de edad, fue el último que logró llegar a Estados Unidos de forma legal, entre las vallas de púas de la garita de San Ysidro y vigilado por oficiales de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) logró el sueño de finalmente cruzar la frontera, tras más de 20 años de exilio.
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Fonseca fue el tercer veterano de guerra deportado que regresa a Estados Unidos en menos de dos meses.
Él dijo que tenía nervios, pero más que nada felicidad.
“Muy emocionado, espero en Dios y todos salga bien y que ya me regrese”, dijo el veterano de guerra deportado de Estados Unidos
Antes de cruzar a Estados Unidos, Frontera dijo que estaba alegre de poder regresar a la Unión Americana antes que la muerte le alcanzara para poder abrazar a sus hijos.
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“Ir a ver a mis nietos a mis hijos”, señaló Fonseca.
Lo que no fue posible para otros compañeros como Alex Melchor, también veterano de guerra, quien falleció en el exilio en Tijuana el pasado 26 de febrero.
“Tenía mucho dolor muchas consecuencias del ejército, de cómo se crió y la deportación que lo separó de su familia”, explicó Héctor Barajas, director de la casa de veteranos deportados en Tijuana.
Melchor fue descrito cómo un hombre alegre que añoraba regresar a Estados Unidos a estar con su familia, y llevar al altar a una de sus hijas que se había comprometido en matrimonio.
“Hasta estaban arreglando su caso también, entonces estaba muy feliz, ya le había avisado a sus hijas y una de sus esperanza era caminar a su hija a su boda”, dijo Barajas.
Fonseca contó antes de cruzar la frontera, que recordaba sus tiempos en el ejército y la importancia de su labor.
“Yo era soldado en artillería ¿de alguna división en específico ? Si la 193, de la zona del canal”, explicó Fonseca.
El veterano cruzó con una mochila llena de sueños, mientras que sus compañeros que aún no lo logran, dijeron que pronto esperan seguir sus pasos y no ser el próximo en regresar sin vida.
“No quiero regresar en una caja de cenizas para yo debo estar”, aseguró, Héctor López, codirector centro unificado de recursos para veteranos deportados.
Según los veteranos deportados, ellos saben que allá en suelo estadounidense si tienen derecho a un espacio, pero en un panteón.
“Esa es la pregunta de un millón de dólares si tenemos derecho de ser enterrados en un panteón de veteranos en Estados Unidos, por ser veteranos, no entendemos porque tenemos que morir aquí para regresar”, dijo López.
La casa de veteranos deportados en Tijuana agregó que tienen un registro de casi 500 veteranos deportados que viven en todo México y este año han fallecido por lo menos dos veteranos en espera de cruzar y durante la administración de Joe Biden ya suman cinco, solo en Baja California.
